VIVE.
Revista de Investigación en Salud
https://revistavive.org
Volumen 8 No. 22, enero-abril 2025
ISSN: 2664-3243
ISSN-L: 2664-3243
Cuidado de
enfermería en entornos ambientales y
culturales
Nursing care in environmental and cultural
settings
Cuidados de
enfermagem em contextos ambientais e culturais
dinora.rebolledom@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-2036-1423
Gloria Muñiz Granoble
gloria.muñizgra@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-4898-3523
Cinthya Rodríguez Orozco
cinthya.rodriguezo@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-5513-5170
Germania Vargas Aguilar
germania.vargasa@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-8116-7261
Taycia Ramírez Perez
taycia.ramirezp@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0003-2730-0946
Universidad de
Guayaquil. Guayaquil,
Ecuador
Artículo
recibido 8 de noviembre 2024 | Aceptado 9 de diciembre 2024 | Publicado 22 de
enero 2025
RESUMEN
El cuidado de
enfermería en entornos ambientales y culturales implica un enfoque integral que
considera los factores sociales, culturales y ambientales como determinantes
clave en la salud de las comunidades. Como objetivo se plantea analizar
el papel del cuidado de enfermería en la salud colectiva, considerando los
factores culturales y ambientales que influyen en las prácticas de atención en
comunidades de Guayaquil, Ecuador. Materiales
y Métodos: El estudio se desarrolló utilizando un
enfoque cualitativo, caracterizada por una reflexión de tipo social, epistémica
y axiológica sobre los cuidados de enfermería en contextos ambientales y
culturales. Este enfoque permitió analizar la realidad desde una perspectiva
transformadora, promoviendo un entendimiento crítico de las prácticas de
cuidado. Resultados: El
estudio destaca. En este sentido que el cuidado
ambiental es reconocido por su relevancia por el 100% de los participantes, el
75% reconocen realizar actividades educativas en la comunidad y el 85% asumen
un compromiso activo. El 90% de los
participantes enfatizan la importancia del respeto cultural, lo cual se pone en
práctica en el respeto hacia la diversidad y las creencias y valores
culturales. Además, el 80% aplican competencias interculturales en su práctica
y el 70% fomentan la autogestión en salud. Conclusiones: El cuidado desde una perspectiva ambiental y
cultural implica comprender las tradiciones, valores y prácticas de la
población a la que se atiende, para adaptar las intervenciones de salud de
manera respetuosa y efectiva. En este sentido, los profesionales de enfermería
no solo deben ser expertos en los aspectos clínicos de la salud, sino también
en las dinámicas sociales y culturales que impactan la vida de las personas.
Palabras clave: Ambiente; Cuidado de enfermería; Cultura;
Empoderamiento; Salud comunitaria
ABSTRACT
O cuidado de enfermagem em ambientes ambientais e
culturais envolve uma abordagem abrangente que considera fatores sociais,
culturais e ambientais como determinantes-chave na saúde das comunidades. O objetivo
é analisar o papel do cuidado de enfermagem na saúde coletiva, considerando os
fatores culturais e ambientais que influenciam as práticas de cuidado em
comunidades de Guayaquil, Equador. Materiais e Métodos: O estudo foi
desenvolvido por meio de uma abordagem qualitativa, caracterizada pela reflexão
de cunho social, epistêmico e axiológico sobre o cuidado de enfermagem em
contextos ambientais e culturais. Essa abordagem permitiu analisar a realidade
sob uma perspectiva transformadora, promovendo uma compreensão crítica das
práticas de cuidado. Resultados: O estudo destaca que, neste sentido, o
cuidado ambiental é reconhecido por sua relevância por 100% dos participantes,
75% reconhecem a realização de atividades educativas na comunidade e 85%
assumem um compromisso ativo. Noventa por cento dos participantes enfatizam a
importância do respeito cultural, que é colocado em prática no respeito à
diversidade e às crenças e valores culturais. Além disso, 80% aplicam
habilidades interculturais em sua prática e 70% promovem a autogestão em saúde.
Conclusões: Cuidar de uma perspectiva ambiental e cultural envolve
compreender as tradições, valores e práticas da população atendida, a fim de
adaptar as intervenções de saúde de forma respeitosa e eficaz. Nesse sentido, o
profissional de enfermagem deve ser especialista não apenas nos aspectos
clínicos da saúde, mas também nas dinâmicas sociais e culturais que impactam a
vida das pessoas.
Key words: Community health; Culture; Empowerment; Environment;
Nursing care
RESUMO
O cuidado de enfermagem em ambientes ambientais e culturais envolve uma
abordagem abrangente que considera os fatores sociais, culturais e ambientais
como determinantes fundamentais na saúde das comunidades. Os profissionais de
enfermagem desempenham um papel fundamental no empoderamento
das pessoas para que possam modificar suas condições de vida e prevenir
doenças, adequando sua prática às realidades locais. Materiais e Métodos: O estudo utilizou uma metodologia sociocrítica qualitativa e uma abordagem etnográfica para
analisar a assistência de enfermagem em Guayaquil, envolvendo 16 enfermeiros
por meio de grupos focais. Para analisar os dados, utilizou-se o software Atlas
ti 9, identificando padrões e temas emergentes
relacionados aos contextos culturais e ambientais da prática. Resultados: O estudo destaca o papel
essencial da enfermagem no cuidado ambiental e cultural das comunidades,
reconhecendo que a saúde coletiva depende de um ambiente limpo e que respeite
as diversas culturas. Os enfermeiros promovem a educação da comunidade para
cuidar do meio ambiente e da saúde, respeitando as crenças locais e promovendo
a participação de todos os envolvidos. Conclusões:
O cuidado de enfermagem em ambientes culturais e ambientais é essencial para
enfrentar as desigualdades em saúde. Essa abordagem promove o bem-estar das
comunidades, integrando práticas culturais e conhecimentos locais no desenho
das intervenções. A educação e o empoderamento são
fundamentais para transformar a saúde pública e promover mudanças positivas.
Palavras-chave:
Ambiente; Cuidado de enfermagem; Cultura; Empoderamento;
Saúde comunitária
INTRODUCCIÓN
El cuidado constituye la base esencial de la práctica de la
enfermería, un elemento que la distingue de cualquier otra profesión. Esta práctica
se basa en velar por las necesidades físicas, emocionales, sociales y
espirituales del individuo, preservando su estado de salud, promoviendo su
bienestar integral y aliviando las dolencias que pueda presentar. Para lograr
un cuidado verdaderamente integral y holístico, es imprescindible comprender y
respetar las creencias, costumbres, culturas y modos de vida de cada persona
(1).
Sin embargo, en la práctica profesional de enfermería, esta
perspectiva cultural ha sido relegada en numerosas ocasiones, lo que ha
generado una brecha significativa en la calidad del cuidado proporcionada.
Muchas veces, los aspectos culturales de los grupos étnicos o las comunidades
no se consideran adecuadamente, lo que limita la efectividad de los cuidados y
puede generar sentimientos de exclusión o incomprensión en los pacientes. Esta
circunstancia representa un reto importante para la disciplina, ya que no solo
impacta la relación terapéutica, sino que también pone en riesgo el respeto a
los principios básicos de la gestión de cuidados culturales (2).
En esta dirección, la habilidad de los profesionales de enfermería
para ofrecer cuidados culturalmente competentes demanda un compromiso continuo
con la educación y la concienciación sobre las diversas diferencias culturales.
Esto implica no solo adquirir conocimientos específicos sobre las creencias y
tradiciones de los pacientes, sino también desarrollar habilidades de
comunicación, empatía y mediación cultural. Además, las instituciones de salud
deben establecer políticas y protocolos que fomenten la inclusión de la
diversidad cultural en todos los niveles de atención, garantizando que el
cuidado sea accesible y respetuoso para todas las personas, sin importar su
origen o contexto. (3).
De acuerdo con lo planteado, la incorporación de la perspectiva
cultural en los cuidados de enfermería no es solo un imperativo, sino también
una estrategia clave para garantizar un cuidado efectivo y humanizado (4).
Reconocer y valorar la diversidad cultural enriquece la práctica profesional y
contribuye a fortalecer el vínculo entre el profesional de enfermería y el
paciente, fomentando una atención más inclusiva, respetuosa y adaptada a las
necesidades específicas de cada individuo (5).
Por otra parte, la realidad demuestra que la constante reflexión
que los profesionales de enfermería han llevado a cabo sobre su papel y
responsabilidad en el cuidado de la salud de las personas, así como en la salud
ambiental y comunitaria desde una perspectiva cultural, ha sido fundamental para
su desarrollo actual. Este proceso de reflexión les ha permitido llegar a un
punto en el que se cuestionan su conocimiento y práctica profesional,
exigiéndose a sí mismos desempeñar un papel activo ante los importantes cambios
que se avecinan para la humanidad, especialmente en lo que respecta a la salud
ambiental y cultural. Esta situación les impone la responsabilidad de
comprender mejor los cuidados que brindan a la población y de trabajar hacia el
bienestar colectivo. Por ello, es crucial que los profesionales de enfermería
asuman un rol central en el cuidado de la salud comunitaria, contribuyendo a
crear un entorno más saludable y equitativo para todos (6).
En cuanto, a la salud colectiva, en los últimos años, emergió como
una forma de entender la relación de los grupos sociales con su entorno
ambiental y cultural. En este contexto, la responsabilidad de los profesionales
de enfermería en promover la salud colectiva se vuelve crucial, según la
literatura sobre relaciones sociales y antropológicas. (7,8), la salud de la
comunidad es una responsabilidad social que no se puede poner en duda, y los
profesionales de enfermería son plenamente conscientes de este principio.
Aunque su formación les proporciona una sólida base técnica y científica,
también les permite desarrollar habilidades biomédicas, sociales,
antropológicas y humanísticas. Esto les capacita para conectar con la población
y ofrecer un cuidado que sea holístico, integral y orientado al bienestar
colectivo (9).
En este contexto, la creciente complejidad de los problemas de
salud ambiental y cultural exige que los profesionales de enfermería vayan más
allá de los modelos tradicionales de cuidado, adoptando un enfoque
transformador que aborde tanto los determinantes sociales de la salud como las
prácticas culturales específicas de cada comunidad. En este sentido, la
enfermería puede contribuir significativamente a reducir las inequidades y
promover la justicia social en el ámbito de la salud colectiva (2, 10). Este
compromiso no puede limitarse a una perspectiva asistencialista; más bien,
implica el desarrollo de estrategias que fomenten la autonomía y el
empoderamiento de las comunidades, respetando sus prácticas y conocimientos
tradicionales.
Por otro lado, el entendimiento de la salud como un fenómeno
colectivo también subraya la necesidad de un enfoque interdisciplinario. De
esta forma, se aprecia que las dinámicas entre los grupos sociales y su entorno
deben analizarse desde múltiples perspectivas, incluyendo no solo las
biomédicas, sino también las socioculturales y medioambientales (11). Este
abordaje integral permite desarrollar intervenciones contextualizadas y
sostenibles, que atiendan tanto las necesidades inmediatas como las
implicaciones a largo plazo para la salud comunitaria.
Además, la globalización y los flujos migratorios han transformado
el panorama de la salud, haciendo evidente la necesidad de un enfoque
culturalmente competente en el cuidado. Los profesionales de enfermería, como
agentes de cambio, tienen la responsabilidad de adaptar sus prácticas a las
realidades multiculturales, asegurando que las intervenciones no solo sean
efectivas, sino también respetuosas de las identidades y valores de las
poblaciones atendidas (12). Esto implica capacitarse continuamente en competencias
interculturales y desarrollar habilidades para mediar en conflictos culturales,
que pueden surgir en el contexto del cuidado de la salud.
Se considera que, los riesgos asociados con la degradación
ambiental y el cambio climático han posicionado la gestión medioambiental como
un eje fundamental en el ejercicio profesional de enfermería. Según se señala
en diversos estudios, el impacto del entorno en la salud colectiva es innegable
y requiere una respuesta integral que combine la promoción de estilos de vida
saludables con la implementación de políticas públicas que prioricen la
sostenibilidad ambiental (13).
Por consiguiente, el objetivo de la investigación es analizar el
papel del cuidado de enfermería en la salud colectiva, considerando los
factores culturales y ambientales que influyen en las prácticas de atención en comunidades
de Guayaquil, Ecuador.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se desarrolló utilizando un enfoque cualitativo,
caracterizada por una reflexión de tipo social, epistémica y axiológica sobre
los cuidados de enfermería en contextos ambientales y culturales. Este enfoque
permitió analizar la realidad desde una perspectiva transformadora, promoviendo
un entendimiento crítico de las prácticas de cuidado. El método etnográfico fue
la base del estudio, ya que permitió visibilizar la problemática desde la experiencia
vivida y la perspectiva de los participantes, quienes aportaron valiosos
insumos al análisis.
Por otra parte, se utilizó un diseño transversal para lo cual se
empleó una muestra no
probabilística compuesta por 16 enfermeros residentes y
trabajadores en la ciudad de Guayaquil, quienes cuentan con experiencia en
cuidados relacionados con la salud colectiva en diversos entornos, tanto
públicos como privados, así como en prácticas autónomas. La selección de los
participantes se realizó a través de un muestreo
de bola de nieve, donde cada enfermero identificado recomendaba
a otros profesionales con conocimientos relevantes para el tema de
investigación. Este proceso se continuó hasta alcanzar la saturación de datos,
momento en el cual se decidió detener la incorporación de nuevos participantes,
ya que se consideró que los aportes recopilados eran suficientes para cumplir
con los objetivos del estudio.
Para garantizar la participación voluntaria, se establecen
acuerdos claros sobre horarios, duración y espacios para realizar las
actividades de recolección de datos. Los enfermeros participaron en tres grupos
focales organizados según sus áreas de interés y disponibilidad de tiempo,
considerando sus responsabilidades de cuidado directo a la colectividad. Para
la ejecución de esta investigación se eligió una técnica cualitativa de
recolección de datos Se realizaron 3 grupos focales. En estos encuentros, los
participantes expresaron sus percepciones, reflexiones y experiencias en torno
al cuidado en escenarios culturales y ambientales, aportando una visión rica y
multifacética a la investigación.
En este sentido, fue utilizada como técnica la entrevista y como
instrumento se empleó el siguiente guion: Sección 1: Presentación del
Participante: Nombre;
Años de experiencia en enfermería; Áreas de especialización; Tipo de entorno de
trabajo (público, privado, autónomo). Sección 2: Cuidado
Ambiental: ¿Cuál
considera que es el papel del enfermero en el cuidado del entorno ambiental?;
¿Cómo se involucra en la educación de la comunidad sobre el cuidado del medio
ambiente?; ¿Puede compartir alguna experiencia donde el cuidado ambiental haya
impactado la salud de la comunidad? Sección 3: Cuidado
Cultural: ¿Qué
importancia tiene el respeto por las diversas culturas en su práctica diaria?;
¿Cómo aborda las creencias y prácticas culturales de los pacientes en su
atención?; ¿Qué competencias interculturales ha adquirido en su formación y
cómo las aplica en su trabajo? Sección
4: Reflexiones Finales: ¿Qué
cambios considera necesarios en la formación de enfermeros para mejorar el
cuidado en contextos culturales y ambientales?; ¿Qué recomendaciones daría a
los gobiernos y organizaciones sobre la promoción de la salud en comunidades?
El análisis de los datos se llevó a cabo con el apoyo del software
Atlas ti 9, que facilitó la organización y extracción de códigos para
interpretar la información obtenida. Este enfoque permitió identificar
patrones, categorías y temas emergentes de manera sistemática, contribuyendo al
desarrollo de un conocimiento integral sobre el tema estudiado. La combinación
de un método etnográfico con herramientas tecnológicas avanzadas fortaleció la
validez del análisis, permitiendo una comprensión profunda y contextualizada de
los cuidados de enfermería en los entornos estudiados.
RESULTADOS Y DICUSIÓN
El papel de la enfermería en el cuidado de los entornos
ambientales y culturales es fundamental para el bienestar de las comunidades,
como se evidencia en este estudio. Los profesionales de enfermería se comprometen
activamente con las personas, los grupos, las familias y la comunidad en
general para llevar a cabo su labor. Reconocen que el cuidado del medio
ambiente es esencial para la salud y el bienestar de todos. En este sentido en
la tabla 1, se muestra que el cuidado ambiental es reconocido por su relevancia
por el 100% de los participantes, el 75% reconocen realizar actividades
educativas en la comunidad y el 85% asumen un compromiso activo. Al respecto,
los participantes enfatizan que el entorno es crucial para la salud, por lo que
el cuidado de los pacientes debe ser integral.
En este sentido, la enfermería entiende que cuidar del entorno es
una parte esencial de su rol y responsabilidad. Por ello, esta disciplina se
compromete a fomentar un ambiente limpio, libre de contaminantes y degradación,
además de protegerlo de la pobreza y la pérdida de valores ecológicos.
Asimismo, las intervenciones en promoción de la salud son intersectoriales, lo
que significa que requieren la colaboración de diferentes sectores como salud,
educación, justicia y planificación. Es fundamental incluir la participación
comunitaria como un enfoque válido y eficaz para llevar a cabo estas
iniciativas.
En este contexto, los participantes destacan que uno de los roles
clave de la enfermería en la salud colectiva es el compromiso de empoderar a la
comunidad para que asuma la responsabilidad de su propio proceso de salud y
enfermedad. Esto implica no solo educar a las personas sobre cómo cuidar su
entorno natural y utilizar los recursos disponibles, sino también fomentar
hábitos que contribuyan a la conservación del medio ambiente. Lo cual se logra
mediante el involucramiento de toda la comunidad en las acciones a realizar
ante brotes de enfermedades, para lo cual se hacen planes educativos donde se
tratan temas de prevención y recuperación ante estos eventos. Además, se hace
énfasis en la deposición y tratamiento de los residuales líquidos y sólidos, y
cómo se pueden utilizar estos en beneficio del medio ambiente luego de un correcto
tratamiento, incidiendo así en la salud de los bosques y de las aguas.
En relación con el cuidado cultural, los resultados obtenidos
muestran como enfermería es consciente de la importancia de respetar las
diversas culturas que habitan en la comunidad. El 90% de los participantes
enfatizan la importancia del respeto cultural, lo cual se pone en práctica en
el respeto hacia la diversidad y las creencias y valores culturales. Además, el
80% aplican competencias interculturales en su práctica y el 70% fomentan la
autogestión en salud Tabla 1. Los participantes enfatizan que es fundamental
respetar los valores y creencias de los demás, incluso si no coinciden
completamente con los nuestros, especialmente en el ámbito de la salud. En este
contexto, uno de ellos menciona que, al integrarse en una comunidad, es
esencial adaptarse a las formas de pensar y actuar de sus habitantes. Esto
implica modelar las costumbres, hábitos y creencias locales para promover la
protección de la salud de toda la población.
En esta dirección, los participantes de la investigación destacan
que la formación académica en la carrera de enfermería les proporciona
habilidades interculturales. Estas competencias les permiten enfrentar de
manera efectiva y positiva las diversas situaciones de salud que surgen en las
comunidades. Así, la enfermería reconoce que, para ofrecer un cuidado oportuno
y humano, es fundamental valorar la perspectiva cultural que la comunidad tiene
sobre su salud, enfermedad y entorno. Por lo tanto, entender los valores
culturales de las familias y comunidades, así como su estilo de vida, asegura
un cuidado adaptado a su contexto y a las personas, lo que contribuye a
proteger la salud colectiva.
Tabla 1. Cuidado de enfermería en entornos ambientales y culturales
|
Dimensión |
Categoría |
Subcategoría |
Resultados
Cuantitativos |
|
Cuidado Ambiental |
Importancia
del Entorno |
Salud
y bienestar comunitario |
100%
de los participantes reconocen su relevancia. |
|
Intervenciones |
Educación
y promoción de salud |
75%
realizan actividades educativas en la comunidad. |
|
|
Responsabilidad |
Cuidado
del entorno |
85%
asumen un compromiso activo. |
|
|
Cuidado Cultural |
Respeto
por Diversidad |
Creencias
y valores culturales |
90%
enfatizan la importancia del respeto cultural. |
|
Adaptación
del Cuidado |
Cuidado
culturalmente adaptado |
80%
aplican competencias interculturales en su práctica. |
|
|
Empoderamiento
Comunitario |
Responsabilidad
en salud |
70%
fomentan la autogestión en salud. |
DISCUSIÓN
Los hallazgos de la investigación subrayan la
importancia de la enfermería en el cuidado de los entornos ambientales y
culturales, resaltando su función en la gestión del proceso de salud y
enfermedad desde un enfoque integral y holístico. Este enfoque pone énfasis en
aspectos empáticos y humanos, donde el compromiso de los profesionales de
enfermería trasciende la atención clínica tradicional para incluir una
dimensión social y comunitaria. En este contexto, la práctica de la enfermería
integra el profesionalismo con habilidades tanto cognitivas como prácticas
dirigidas a la atención comunitaria. Esto implica un profundo respeto por la
diversidad cultural y un acompañamiento constante en los procesos de salud y
enfermedad. Estos hallazgos son coherentes con lo que se observó en un estudio
realizado en Guayaquil, donde se resalta el papel fundamental de la enfermería
en la salud colectiva mediante actividades de promoción de la salud y
prevención de enfermedades (14).
Por otra parte, los resultados destacan el papel
crucial de la enfermería en la salud colectiva, especialmente en su compromiso
de empoderar a la comunidad para que asuma la responsabilidad de su propio
proceso de salud y enfermedad. Esto implica no solo educar a las personas sobre
cómo cuidar su entorno natural y utilizar los recursos a su disposición, sino
también fomentar hábitos que promuevan la conservación de la naturaleza.
Coinciden con estudios que aseguran que el cuidado en entornos ambientales y
culturales exige una atención especial a los determinantes sociales que
impactan directamente la salud de las personas (8). Estos determinantes
incluyen factores como la pobreza, la educación, las condiciones laborales y la
accesibilidad a los servicios de salud. Además, esta disciplina adquiere un
papel destacado en este contexto, al abordar los factores estructurales que
influyen en el bienestar colectivo de la comunidad, reconociendo que el entorno
y las interacciones sociales tienen un impacto profundo en la salud de los
pueblos (15).
En relación a como la enfermería reconoce la
importancia de respetar las diversas culturas que coexisten en la comunidad. La
investigación subraya que es fundamental no menospreciar los valores y
creencias de los demás, incluso si no coinciden completamente con los nuestros,
especialmente en el ámbito del cuidado de la salud. Estos hallazgos son
coherentes con otros estudios que demuestran cómo el cuidado en enfermería se
ha formalizado y profesionalizado, convirtiéndose en una función esencial para
promover y llevar a cabo acciones que permitan a las personas y grupos mantener
su salud y calidad de vida. En entornos culturales y ambientales, este cuidado
se vuelve aún más complejo, ya que requiere un profundo entendimiento de las
particularidades de cada comunidad, incluyendo sus valores, creencias y
tradiciones, que deben ser integrados en las intervenciones para garantizar su
efectividad y aceptación (16).
Asimismo, el cuidado en estos contextos implica una
capacidad de adaptación por parte de los profesionales de enfermería, quienes
deben ser sensibles a las dinámicas sociales y ambientales que atraviesan las
comunidades, como fue reconocido por los participantes en la investigación.
Esto incluye desde los efectos del cambio climático hasta las migraciones,
fenómenos que han transformado la composición cultural de muchas regiones. En
este marco, el compromiso de la enfermería con la salud colectiva no solo se
limita a atender enfermedades, sino que también abarca la promoción de un
entorno saludable para las generaciones presentes y futuras. Esto implica
trabajar en estrecha colaboración con líderes comunitarios, organizaciones
locales y otras disciplinas, para diseñar e implementar estrategias que
respondan a los desafíos únicos de cada entorno. Estos resultados coinciden con
otros estudios que han abordado con anterioridad como la integración de la
perspectiva cultural y ambiental fortalece la capacidad de enfermería para
abordar problemas complejos de manera efectiva y sostenible (17,18).
Por otro lado, el compromiso de la enfermería es
fundamental, ya que no solo atiende necesidades de salud inmediatas, sino que
también aborda las inequidades estructurales en el acceso al bienestar
colectivo. Además, esta práctica, inherente a la humanidad, ha sido clave en la
promoción de la vida y el desarrollo comunitario. Dentro de esta disciplina, el
cuidado se profesionaliza y se transforma en una función clave para asegurar la
salud y el bienestar de las personas y las comunidades. De este modo, la labor
de los profesionales de enfermería va más allá del tratamiento de enfermedades;
también abarca la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la
creación de entornos que favorezcan una vida digna (19).
Asimismo, en entornos específicos desde el punto de
vista ambiental y cultural, el cuidado adopta un enfoque holístico que integra
tanto los factores físicos como los culturales y sociales, como fue manifestado
en la investigación. Esto implica una comprensión profunda de las tradiciones,
creencias y valores de cada comunidad, elementos que son fundamentales para personalizar
los cuidados y garantizar que sean culturalmente sensibles y aceptados. En este
sentido, los profesionales de enfermería no solo actúan como cuidadores, sino
también como mediadores culturales, promoviendo el entendimiento mutuo y la
adaptación de las prácticas de cuidado a las particularidades de cada grupo
(9).
Por otra parte, los entornos de trabajo conllevan un
desafío constante para enfermeros y enfermeras, estos manifiestan tener que
equilibrar las necesidades inmediatas de atención con la promoción de cambios
sostenibles en las condiciones sociales y ambientales que afectan la salud de
las comunidades. Lo cual exige una preparación sólida de los profesionales de
enfermería en áreas como la política sanitaria, la gestión ambiental y las ciencias
sociales, permitiéndoles liderar iniciativas que no solo respondan a los
problemas actuales, sino que también prevengan futuros riesgos para la salud
colectiva (20).
En este sentido, el cuidado en entornos ambientales y
culturales es una expresión tangible del compromiso ético y profesional de la
enfermería con el bienestar de las personas y las comunidades. Este enfoque,
que combina sensibilidad cultural, competencias técnicas y una visión social
amplia, no solo refuerza la importancia del cuidado como pilar de la
supervivencia humana, sino que también lo posiciona como un elemento clave para
construir sociedades más justas, equitativas y saludables. La responsabilidad
de los profesionales de enfermería en este ámbito es, sin duda, un motor
esencial para la transformación positiva de las condiciones de vida en las
comunidades contemporáneas (21).
El cuidado de enfermería en el contexto social o
comunitario se basa en el principio fundamental de empoderar a las personas,
ayudándolas a transformar sus condiciones sociales, ambientales y económicas (22). Este
empoderamiento busca reducir el impacto negativo de dichos factores en la salud
pública de las colectividades, promoviendo un enfoque integral que considere
tanto la prevención como la promoción de la salud. No obstante, esta labor no
es un esfuerzo aislado; al contrario, requiere la colaboración activa de todos
los actores involucrados, desde las propias comunidades hasta los profesionales
de salud y las instituciones gubernamentales. El reconocimiento de que la salud
de unos influye en la de todos fomenta un sentido de corresponsabilidad, donde
las personas se convierten en agentes activos en su propio proceso de cuidado y
en el bienestar colectivo. Este enfoque permite fortalecer la capacidad de las
comunidades para gestionar y mitigar los efectos de los determinantes sociales
sobre su salud (23).
CONCLUSIONES
El
cuidado desde una perspectiva ambiental y cultural implica comprender las
tradiciones, valores y prácticas de la población a la que se atiende, para
adaptar las intervenciones de salud de manera respetuosa y efectiva. En este
sentido, los profesionales de enfermería no solo deben ser expertos en los
aspectos clínicos de la salud, sino también en las dinámicas sociales y
culturales que impactan la vida de las personas.
Además,
el empoderamiento, tal como se menciona, juega un papel crucial. Este proceso
se refiere a dar a las personas el conocimiento, las habilidades y los recursos
necesarios para que puedan tomar decisiones informadas sobre su salud, y tomar
control de los factores que influyen en su bienestar. Los enfermeros, en su
trabajo comunitario, tienen la capacidad de promover este empoderamiento a
través de la educación, la sensibilización y el apoyo a la participación activa
en la mejora de las condiciones de salud de la comunidad.
Por otro
lado, la salud colectiva refleja la interdependencia de los individuos dentro
de una comunidad. Los determinantes sociales de la salud, como el acceso a la
educación, la vivienda, el empleo, etc. juegan un papel determinante en la
salud pública, y el rol de enfermería es crucial para promover un cambio en
estos factores, a fin de reducir las desigualdades y mejorar los resultados en
salud de la población.
Por
último, el cuidado de enfermería ambiental y culturalmente adaptado tiene el
potencial de transformar no solo la salud individual, sino también la
colectiva, trabajando en conjunto con la comunidad para abordar y cambiar los
factores sociales, culturales y ambientales que afectan la salud pública.
CONFLICTO DE INTERESES.
Los autores
declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente
artículo científico.
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Dinora
Rebolledo Malpica. Doctora en enfermería y cultura de los
cuidados, Universidad de Alicante-España. Magister en Educación Superior,
Universidad Libertador-Venezuela. Magister en Enfermería Familiar y
Comunitaria, Universidad de Cuenca-Ecuador. Docente investigador en la
Universidad de Guayaquil registrado por la SENESCYT. Ponencias en eventos
internacionales y nacionales Línea de Investigación: Cultura de los Cuidados,
Ecuador.
Gloria
Muñiz Granoble. Doctora en Ciencias de la Salud, Universidad del Zulia-
Venezuela. Magister en Educación superior.
Especialidad en enfermería oncología, Ecuador. Docente investigador en
la Universidad de Guayaquil registrado por la SENESCYT. Ponencias en eventos
internacionales y nacionales, Ecuador.
Cinthya
Rodríguez Orozco. Doctora en Ciencias de la Salud, Universidad
del Zulia- Venezuela. Magister en Salud Pública, Universidad de
Milagro-Ecuador. Magister en Gestión en los servicios de Salud, Universidad de
Babahoyo-Ecuador. Docente investigador en la Universidad de Guayaquil
registrado por la SENESCYT. Ponencias en eventos internacionales y nacionales,
Ecuador.
Germania
Vargas Aguilar. Doctora en Ciencias de la Salud, Universidad del Zulia-
Venezuela. Magister en Diseño curricular. Docente investigador en la
Universidad de Guayaquil registrado por la SENESCYT. Ponencias en eventos
internacionales y nacionales, Ecuador.
Taycia
Ramírez Perez. Magister en Enfermería Familiar y comunitaria,
Universidad de Cuenca-Ecuador. Master en atención integral al niño, Universidad
de la Habana-Cuba. Docente investigador en la Universidad de Guayaquil
registrado por la SENESCYT. Ponencias en eventos internacionales y nacionales,
Ecuador.