VIVE.
Revista de Investigación en Salud
https://revistavive.org
Volumen 7 No. 20,
mayo-agosto 2024
ISSN: 2664-3243
ISSN-L: 2664-3243
pp. 438 – 450
Asociación de trastornos cutáneos y microorganismos
presentes en el tracto intestinal ligados a disbiosis
Association of skin disorders and microorganisms present in the
intestinal tract linked to dysbiosis
Associação de doenças de pele e microrganismos presentes no trato
intestinal ligados à disbiose
Zulay Rivera
unimelpublicaciones@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-1278-6691
Víctor Ollarves
drvictorlaser@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-6245-0854
Ingrid Rivera
draingridderma@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-9073-5841
Isabel
Hagel
isabelhagel@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-4464-1830
Dennis
Alexander Lugo
deallugo@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-1797-7489
Denisse
Ortiz
ortizdenissester@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-6135-9971
Marielly Herrera
dramarielly.herrera@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-8203-692X
Unidad Medico Estética Láser (UNIMEL). Caracas, Venezuela
Artículo recibido 28 de noviembre 2023 | Aceptado 22 de enero 2024 |
Publicado 8 de mayo 2024
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https://doi.org/10.33996/revistavive.v7i20.312
RESUMEN
Introducción: Existe
una conexión bidireccional entre mecanismos fisiológicos del intestino y la
piel que puede asociarse al desarrollo de patologias cutâneas. Objetivo:
Estudiar la relación entre afecciones cutáneas con la presencia de patógenos
intestinales causantes de disbiosis intestinal. Metodología: Se realizó
un estudio para identificar la presencia de bacterias aeróbicas y anaeróbicas
facultativas en un grupo de 45 pacientes (edad de 32,8 ± 18 años) que
presentaron distintas afecciones cutáneas diagnosticadas en la consulta de
Dermatología de UNIMEL, Caracas, Venezuela. La presencia de bacterias se
determinó por cultivo diferencial, y la identificación de microorganismos
mediante pruebas bioquímicas convencionales, prueba de filamentización en
suero, medios automatizados (VITEK® 2 Compact) y pruebas de aglutinación. Se
realizó un análisis estadístico descriptivo de la abundancia relativa de la
microbiota gastrointestinal asociada a las afecciones cutáneas presentes
(GraphPad Prism versión 8.0.2 para Windows) y análisis multivariado (NMDS) con
(software PAST v4.13). Resultados: La presencia de acné, dermatitis
atópica y nevus se asoció (p<0.05) al aumento de las colonias de
Enterococcus faecium, E. coli, Enteroccocus faecalis y Klepsiella sp. Una
disminución significativa en el número de colonias de E. coli (p<0.05) se
asoció con la presencia de rosácea y acné inflamatorio mientras que su
abundancia se asoció a la presencia de patologías como acantosis nigicans,
dermatitis atópica, dermatitis papular y queratosis. La presencia de
pseudomonas se relacionó con queratosis y Nevus melanocítico. Conclusión:
Aunque preliminares, estos resultados sugieren que alteraciones en la
composición microbiana intestinal pueden asociarse significativamente a
afecciones cutáneas.
Palabras clave: Intestino; Piel; Afecciones cutáneas; Disbiosis
intestinal
SUMMARY
Introduction: There
is a bidirectional connection between physiological mechanisms of the intestine
and the skin that can be associated with the development of skin pathologies. Objective:
To study the relationship between skin conditions with the presence of
intestinal pathogens that cause intestinal dysbiosis.
Methodology: A study was carried out to identify the presence of aerobic
and facultative anaerobic bacteria in a group of 45 patients (age 32.8 ± 18
years) who presented different skin conditions diagnosed in the Dermatology
clinic of UNIMEL, Caracas, Venezuela. The presence of bacteria was determined
by differential culture, and the identification of microorganisms by
conventional biochemical tests, serum filamentation
test, automated media (VITEK® 2 Compact) and agglutination tests. A descriptive
statistical analysis of the relative abundance of the gastrointestinal microbiota associated with the present skin conditions was
performed (GraphPad Prism version 8.0.2 for Windows)
and multivariate analysis (NMDS) with (PAST v4.13 software). Results:
The presence of acne, atopic dermatitis and nevus was associated (p<0.05)
with the increase in colonies of Enterococcus faecium,
E. coli, Enteroccocus faecalis
and Klepsiella sp. A significant decrease in the
number of E. coli colonies (p<0.05) was associated with the presence of
rosacea and inflammatory acne while its abundance was associated with the
presence of pathologies such as acanthosis nigicans, atopic dermatitis, papular
dermatitis and keratosis. The presence of pseudomonas was related to keratosis
and melanocytic nevus. Conclusion: Although preliminary, these results
suggest that alterations in intestinal microbial composition can be
significantly associated with skin conditions.
Keywords: Intestine; Skin; Skin conditions; Intestinal dysbiosis
RESUMO
Introdução: Existe
uma ligação bidirecional entre mecanismos fisiológicos do intestino e da pele
que pode estar associada ao desenvolvimento de patologias cutâneas. Objetivo:
Estudar a relação entre as condições da pele com a presença de patógenos
intestinais causadores de disbiose intestinal. Metodologia: Foi
realizado um estudo para identificar a presença de bactérias aeróbias e
anaeróbias facultativas em um grupo de 45 pacientes (idade 32,8 ± 18 años) que
apresentavam diferentes condições de pele diagnosticadas na clínica de
Dermatologia da UNIMEL, Caracas, Venezuela. A presença de bactérias foi
determinada por cultura diferencial, e a identificação de microrganismos por
testes bioquímicos convencionais, teste de filamentação sérica, meios
automatizados (VITEK® 2 Compact) e testes de aglutinação. Foi realizada análise
estatística descritiva da abundância relativa da microbiota gastrointestinal
associada às presentes condições de pele (GraphPad Prism versão 8.0.2 para
Windows) e análise multivariada (NMDS) com (software PAST v4.13). Resultados:
A presença de acne, dermatite atópica e nevo esteve associada (p<0,05) ao
aumento de colônias de Enterococcus faecium, E. coli, Enteroccocus faecalis e
Klepsiella sp. Uma diminuição significativa no número de colônias de E. coli
(p<0,05) foi associada à presença de rosácea e acne inflamatória, enquanto
sua abundância foi associada à presença de patologias como acantose nigicans,
dermatite atópica, dermatite papular e ceratose. A presença de pseudomonas foi
relacionada à ceratose e ao nevo melanocítico. Conclusão: Embora
preliminares, estes resultados sugerem que alterações na composição microbiana
intestinal podem estar significativamente associadas a doenças da pele.
Palavras-chave: Intestino; Pele; Doenças da pele; Disbiose
intestinal
INTRODUCCIÓN
El ser humano es un
holobionte. Además de células eucariotas organizadas para formar tejidos y
órganos alberga miles de millones de microorganismos que participan en
distintos procesos fisiológicos indispensables para la vida a cambio de hábitat
y nutrientes. La microbiota, incluyendo
la de la piel ejerce funciones de defensa, barrera y regulación en múltiples
funciones inmunológicas, siendo así que esta comienza a desarrollarse desde el
nacimiento, evoluciona de manera progresiva e irá variando de acuerdo con la
edad y/o estilo de vida, sexo, o incluso el lugar donde esté ubicada, entre
otros factores (1–3).
Utiliza como medio de
comunicación una red compleja integrada por distintos mecanismos de
señalización molecular (1–3) y varía de acuerdo a su distribución topográfica y
funcional en el cuerpo (4). Comprende tanto comensales, aquellos que mantienen
una relación neutra, es decir, ninguno se aprovecha del otro, mutualistas que
establecen una interacción biológica, entre
individuos de diferentes especies, en donde ambos se benefician y mejoran su
aptitud biológica, como patógenos los cuales son responsables de alterar
la homeostasis del sistema y causar enfermedad (4).
La microbiota
de la piel es un ecosistema compuesto por una multitud de especies microbianas
que interactúan con su entorno, incluidos otros microbios y células epiteliales
e inmunitarias del huésped. Estas interacciones brindan beneficios al huésped,
impulsando múltiples aspectos de la función de barrera, una función crítica de
este órgano esencial, así como de regulación del sistema inmune sin causar daño
al hospedador. No obstante, estos microorganismos residentes de la piel
funcionan de manera dependiente del contexto de un anfitrión dinámico y un
entorno microbiano que en algunas condiciones puede conducir al desarrollo de
patologías (5).
Por otra parte, el
intestino y la piel, comparten funciones inmunitarias y neuroendocrinas
cruciales, intercambian información con el entorno externo, por lo cual son esenciales para el mantenimiento de la
homeostasis fisiológica (6). La evidencia acumulada ha demostrado una conexión
bidireccional íntima entre el intestino y la piel. Los trastornos
gastrointestinales a menudo se acompañan de manifestaciones cutáneas (7) y en particular el entorno microbiano intestinal,
parece participar en la fisiopatología de trastornos inflamatorios de la piel (8).
El microbioma
intestinal influye en la composición del microbioma de la piel por medio de los
ácidos grasos de cadena corta (AGCC) resultantes de la fermentación de fibra en
el intestino, tales como propionato, acetato y butirato (9). Estos AGCC influyen en el perfil microbiano de la
piel. Por ejemplo, Propionibacterium es
un género capaz de producir AGCC, predominantemente acetato y ácido propiónico.
El ácido propiónico tiene un profundo efecto antimicrobiano contra el Staphylococcus aureus resistente a la
meticilina (9). Alternativamente, S. epidermidis y P. acnes
son ejemplos de comensales cutáneos conocidos por tolerar cambios de AGCC más
amplios que otros componentes de la microbiota de la piel (9).
También, la
microbiota intestinal tiene un efecto modulador sobre la inmunidad sistémica
incluyendo los procesos de inmunidad cutánea. Ciertos microbios y metabolitos
intestinales tales como ácido retinoico, el polisacárido A de Bacteroides fragilis, Faecalibacterium prausnitzii y bacterias
pertenecientes a los grupos de Clostridium
IV y XI, promueven la acumulación de células T reguladoras, las cuales
estimulan el control de la respuesta antiinflamatoria (10).
Los AGCC, en
particular el butirato, suprimen las respuestas inmunitarias al inhibir la
proliferación, migración, adhesión y producción de citocinas de las células
inflamatorias. Además, mediante la inhibición de la histona desacetilasa y la
inactivación de las vías de señalización de NF-κB, los AGCC regulan tanto la
activación como la apoptosis de las células inmunitarias. La inhibición de la
histona desacetilasa promueve la proliferación de células reguladoras
involucradas en diversas funciones fisiológicas cutáneas, incluida la
regulación de la diferenciación de células madre del folículo piloso y la
cicatrización de heridas (11). En cambio, las bacterias filamentosas segmentadas en
las placas de Peyer en el intestino, promueven la acumulación de células Th17
que puede influenciar el curso de enfermedades inflamatorias cutáneas como la
psoriasis (12).
Existe también
evidencia de que el microbioma intestinal puede afectar la fisiología cutánea,
la patología y la respuesta inmunitaria de manera más directa, a través de la
metástasis de la microbiota intestinal y sus metabolitos hacia la piel (6). Cuando se altera la barrera intestinal, las
bacterias intestinales y sus metabolitos, pueden acceder al torrente sanguíneo,
se acumulan en la piel en donde alteran los procesos de homeostasis (6). De hecho se ha aislado ADN de bacterias
intestinales del plasma de pacientes con
psoriasis (6).
La disbiosis
intestinal, un estado de desequilibrio microbiano, tiene el potencial de
afectar negativamente la función de la piel. Bacterias patógenas, en particular
Clostridium difficile producen
productos metabólicos de aminoácidos aromáticos como fenol libre y el P-cresol,
por lo que son un buen marcador de disbiosos, Estos metabolitos pueden acceder
a la circulación, acumularse preferentemente en la piel y afectar la
diferenciación epidérmica y la integridad de la barrera cutánea. De hecho,
elevados niveles séricos de P-cresol están asociados con la reducción en la
hidratación de la piel y alteraciones en el proceso de queratinización (13,14).
Tomando en cuenta
estos antecedentes se realizó un estudio exploratorio en un grupo de pacientes
que presentaban distintas afecciones cutáneas para estudiar su posible relación
con la presencia de distintos patógenos intestinales cuya presencia implica el
desarrollo de mecanismos de disbiosis.
MATERIALES y
MÉTODOS
Se realizó un estudio no seleccionado para determinar la presencia de
bacterias aeróbicas y anaeróbicas facultativas de proveniencia intestinal en un
grupo de 45 pacientes con un promedio de edad de 32,8 ± 18 años, en donde el
76% eran mujeres y el 24% varones, que presentaron distintas afecciones
cutáneas diagnosticadas en la consulta de Dermatología de la Unidad Médico
Estética Láser (UNIMEL), Caracas, Venezuela.
El trabajo se realizó bajo consentimiento informado de los pacientes y
fue aprobado por el Comité de Bioética de UNIMEL. Participaron todos aquellos
pacientes que manifestaron su deseo de formar parte de este estudio y a los
cuales fue posible tomar la muestra de heces respectiva para evaluar las
alteraciones en la composición de la microbiota intestinal.
Evaluación por
cultivo de la Disbiosis gastrotestinal
Se recolectaron de
los pacientes evaluados muestras de heces
frescas en medios de conservación y transporte (Stuart o Ammies y Cary-Blair), provistos de nutrientes
específicos, con bajo potencial oxido-reducción y pH adecuado para la
recuperación de microorganismos.
Luego las muestras fueron sembradas en base a cuatro cuadrantes, para su posterior lectura e interpretación,
en medios de cultivos selectivos y diferenciales: Levine (Oxoid), MacConkey
(Oxoid), SS agar (Oxoid), XLD (Oxoid), TCBS (Oxoid), Campylobacter libre de
sangre (Oxoid), CNA (Agar sangre con suplemento CNA-Oxoid) para la obtención de
Bacterias enteropatógenas, flora
benéfica y transitoria, Gram negativos y Gram positivos.
Para la recuperación de hongos levaduriformes y filamentosos, se
sembró la muestra en medios de Sabouraud Dextrosa Agar (Oxoid), Sabouraud
Dextrosa Agar+Gentamicina Chromo Agar (Oxoid) y Mycosel Agar (BBL).
La identificación de los microorganismos se realizó mediante pruebas bioquímicas convencionales, prueba de
filamentización en suero, medios automatizados (VITEK® 2 Compact) y pruebas de
aglutinación.
Las condiciones de la
microbiota gastrointestinal aeróbica, se
evaluaron en base al crecimiento de microorganismos
beneficiosos, transitorios y/o presencia de enteropatógenos, utilizando
como indicadores:
·
Microbiota residente normal: E.coli, Enterococcus, Lactobacillus sp., Bifidubacterium sp., Bacteroides.
·
Microbiota pasajera o transitoria: Klebsiella spp, Proteus spp.,
Enterobacter spp., Pseudomonas, Staphylococcus, Streptococcus, E. coli Lactosa
negativa.
·
Microbiota enteropatógena: Salmonella sp., Shigella sp., Aeromona sp.,
Plesiomona sp., Yersinia, Vibrio sp., Campylobacter sp.
·
Levaduras: Cándidas.
Análisis estadísticos
Se realizó un análisis descriptivo de la abundancia relativa de la
microbiota gastrointestinal asociada a las afecciones cutáneas presentes cuando
se tomó la muestra de cultivo, se compararon las medias de los valores
obtenidos de crecimiento de cada microorganismo a través del test de
Mann-Whitney. Todos los datos fueron evaluados utilizando el programa GraphPad
Prism versión 8.0.2 para Windows (GraphPad Software, San Diego California USA).
Asimismo, se realizó un análisis multivariado de Escalamiento multidimensional
no-métrico (NMDS) mediante distancia Euclídea, con el paquete de software PAST
(Palaeon tological Statistics) v4.13. Las comparaciones fueron consideradas significativas
para todo p< 0,05.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se
describen las distintas afecciones cutáneas diagnosticadas en los pacientes, en
donde se puede observar que la patología más frecuente en el grupo de pacientes
fue el acné inflamatorio, seguido de la dermatitis atópica y la rosácea.
Tabla 1. Frecuencia de afecciones cutáneas en un grupo de
pacientes con alteraciones en la composición bacteriana intestinal
Afecciones cutáneas |
n |
% |
Acantosis nigricans |
3 |
7 |
Acné inflamatorio
moderado |
12 |
27 |
Dermatitis atópica |
5 |
11 |
Dermatosis papular
nigricans |
3 |
7 |
Foliculitis |
3 |
7 |
Nevus melanocítico
generalizados |
3 |
7 |
Pitiriasis
versicolor |
3 |
7 |
Queratosis |
3 |
7 |
Rosácea
eritematotelangiectasia |
4 |
9 |
SAHA |
3 |
7 |
Tinea unguium |
3 |
7 |
Posteriormente, se
analizó la presencia de bacterias aeróbicas o anaeróbicas facultativas, algunas
de ellas patógenas en muestras de heces de los pacientes con distintas
afecciones cutáneas Figura 1.
Figura 1. Distribución de la abundancia relativa de la
microbiota gastrointestinal asociada a las afecciones cutáneas. *p< 0,05; test de Mann-Whitney
Una disminución
significativa en el número de colonias de E.
coli se relaciona con la presencia de signos clínicos relacionados a la
rosácea y acné inflamatorio mientras que su abundancia se asoció a la presencia
de patologías como acantosis nigicans, dermatitis atópica, dermatitis papular y
queratosis. La acantosis nigricans y la dermatitis papular también se
relacionaron con una disminución significativa de la bacteria Enterococcus feacalis. Se encontró un
aumento en la proporción de
Corynebacterium sp y de Streptococcus Viridans cuando los
pacientes presentaban acné. Así, Citrobacter freundii y Klepsiella sp se presentaban en una mayor proporción en foliculitis.
Además, se puede
observar una relación entre el aumento de las colonias de Enterococcus faecium y acné inflamatorio, así como entre rosácea
con mayor proporción de Acinetobacter sp.
La presencia de pseudomonas se relacionó con queratosis y la presencia de Nevus
melanocítico, cuando este último se presentaba de forma generalizada en los
pacientes, los cuales también se asociaron con la presencia de Geotrichum y Kloekera. Igualmente se puede apreciar una relación significativa
entre una mayor proporción de Cándida
con Nevus melanocítico y queratosis, mientras que la disminución de esta
bacteria se asoció a la presencia de foliculitis y acné. Trichosporum sp
se encontraba en baja proporción asociado a acantosis, dermatosis papular,
nevus, queratosis y Tinea unguium.
Figura 2. Diversidad
bacteriana y relación con la presencia de afecciones cutáneas
Aunque los resultados
de este análisis no son concluyentes en cuanto a la determinación de la
diversidad de la microbiota evaluada, permitieron algunas aproximaciones. Es
así como en la Figura 2 se puede apreciar que la acantosis, dermatosis y tineas
están asociadas a una menor diversidad bacteriana,
en donde proliferan
microorganismos cómo hongos. En
el caso de la rosácea la misma se encontró cuando el número de colonias de E. coli disminuye, condición que favorece el aumento de la población de Acinetobacter,
lo que se observó solo en el grupo de pacientes con esta condición clínica. La dermatitis
atópica, la dermatosis papular y la queratosis se asociaron a una menor
diversidad con predominio de E. coli,
Enteroccocus faecalis y Klepsiella
sp.
A continuación, en la
Figura 3 se muestra el plot del análisis multivariado, en donde se realizó un
NMDS para la comparación de la diversidad de las comunidades microbianas por
condición clínica y la relación de los perfiles de microorganismos que se
encontraron en las diferentes condiciones clínicas evaluadas.
Figura 3. Escalamiento
multidimensional no métrico (NMDS), plot basado en la distancia Euclídea y la
asociación entre la composición de la microbiota gastrointestinal y la
presencia de afecciones cutáneas.
En este sentido, se
puede observar que los pacientes con tinea, dermatosis y acantosis se asociaron
a una composición microbiana similar. Los pacientes con saha y foliculitis se
asociaron a perfiles microbianos característicos que los diferencian entre los
demás grupos.
Los pacientes con
acné, dermatitis, nevus y queratosis tienen un comportamiento similar. Mientras
que el perfil bacteriano asociado a la rosácea comparte solo algunas bacterias
con otros perfiles porque se asocia específicamente al aumento en las
poblaciones de Acinetobacter.
Discusión
Los resultados de
este trabajo muestran que alteraciones en la composición bacteriana intestinal,
evidenciada por la presencia de bacterias patógenas y el predominio de algunas
comensales aeróbicas facultativas, que se observan en muchas patologías inflamatorias
intestinales, se relacionan también a distintas patologías cutáneas. Sugiriendo
que la presencia de disbiosis intestinal en estos pacientes podría estar
involucrada en la fisiopatología de las afecciones inflamatorias cutáneas
identificadas.
Por ejemplo, la
presencia de acné se asoció al aumento de las colonias de Enterococcus faecium. El mismo perfil que se observó para el acné
se encontró para pacientes con dermatitis atópica y nevus, con un predominio de
E. coli, Enteroccocus faecalis y Klepsiella sp. Se ha descrito que la microbiota
intestinal influye en el desarrollo del acné a través de la interacción entre
ciertas bacterias comensales intestinales y la vía de activación celular
mediada por mTOR (mammalian Target of Rapamycin por sus siglas en inglés) (15). Se ha demostrado que los metabolitos producidos por
la microbiota intestinal regulan la proliferación celular, el metabolismo de
los lípidos y otras funciones metabólicas mediadas por mTOR. La activación de
la vía mTOR puede, a su vez, afectar la composición de la microbiota intestinal
a través de la regulación de la barrera intestinal.
En casos de disbiosis
intestinal y alteración de la integridad de la barrera intestinal, esta
relación bidireccional puede resultar en un ciclo de retroalimentación positiva
de inflamación metabólica. Dado el importante papel de mTORC1 en la patogénesis
del acné, esta relación podría ser un mecanismo por el cual bacterias
intestinales puede influir en la fisiopatología del acné (8), aunque no se sabe específicamente que géneros de
bacteria están implicados en este mecanismo. Solo se ha reportado la
disminución de Actinobacteria, un aumento de Proteobacteria y una disminución
de la relación Firmicutes/Bacteroidetes (F/B) en pacientes con acné (16). Por otra parte, algunas cepas de E. faecalis no son patógenas y han sido
utilizadas como probióticos. De hecho la bacteriocina (SL5) derivada de E. fecalis aplicada tópicamente
disminuye significativamente la inflamación en las lesiones de acné (17).
En el caso de la
dermatitis atópica, la contribución de la microbiota intestinal al homeostasis
inmune se varía según la dieta occidental típica. La homeostasis inmunitaria
comienza a formarse en una etapa temprana de la vida mediante la exposición a
la microbiota materna, y la flora intestinal del lactante se desarrolla aún más
con la exposición a la leche materna, otros alimentos y microbios ambientales (18,19). El bajo contenido de fibra y alto contenido de grasa
característico de la dieta occidental cambia fundamentalmente el microbioma
intestinal, lo que resulta en una producción deficiente de AGCC que tienen una
actividad anti inflamatoria promoviendo mecanismos de regulación inmunitaria,
mediados por células T reguladoras e impulsados por TGF-β y/o interleucina 10
(IL-10). La IL-10 ejerce su función inhibidora al inducir la producción de TGF‑β
y otras citocinas, así como moléculas de señalización supresoras, incluidas
CTLA-4 y PD-1 (18,19).
En adultos la dieta
inadecuada pobre en fibra promueve la colonización de enterobacterias en
detrimento de bacterias pertenecientes al phylum de los firmicutes que
comprende géneros de bacterias productoras de AGCC. En este sentido, este
trabajo confirma observaciones anteriores en donde se ha relacionado el aumento
de enterobacterias en particular de E.
coli posterior a los 6 meses de edad
con la presencia de eczema atópico (20,21).
La rosácea se ha
relacionado con la enfermedad inflamatoria intestinal y el crecimiento excesivo
de bacterias en el intestino delgado. Trabajos que han estudiado el perfil
microbiano fecal y las funciones genéticas potenciales entre sujetos con y sin
rosácea han demostrado una reducción significativa de la riqueza microbiana
fecal en pacientes con rosácea. Así mismo la estructura de comunidad microbiana
fecal distinta. Se ha reportado que los géneros enriquecidos en pacientes con
rosácea incluyen Rhabdochlamydia, CF231,
Bifidobacterium, Sarcina, Ruminococcus, pertenecientes al filo de
Chlamydiae, Bacteroidetes, Actinobacteria y Lentisphaerae. Mientras que los
reducidos incluyen Lactobacillus,
Megasphaerae, Acidaminococcus, Hemophilus, Roseburia, Clostridium,
pertenecen al filo de Firmicutes, así como Citrobacter,
perteneciente al filo de Proteobacteria. Estos resultados confirman que la
microbiota intestinal influye en el desarrollo de la rosácea. En este trabajo se mostró que alteraciones en
la diversidad de la microbiota aeróbica como la disminución marcada en E. coli están presentes en pacientes con
rosácea. Estos hallazgos coinciden con reportes anteriores que han indicado que
las lesiones cutáneas de la rosácea se pueden tratar exitosamente con
probióticos orales como E. Coli
Nissle 19177 (22).
La disminución de E. coli favorece la multiplicación de otras
bacterias como Acinetobacter. Aunque
no necesariamente la composición de la microbiota intestinal refleja la de la
piel, Staphylococcus, Cutibacterium,
Pseudomonas, Corynebacterium, Acinetobacter, y Snodgrasella son los grupos
de bacterias que en la piel más se asocian a la presencia de síntomas de
rosácea en particular en pacientes no tratados (23). Aunque no se determinó en este trabajo su presencia,
uno de los patógenos asociados a la rosácea es Helicobacter pylori, una bacteria gram negativa, residente en el estómago,
relacionado con ulceración del intestino delgado, cánceres y rosácea. Ha sido
reportado que la prevalencia de H. pylori
es del 48,9% en pacientes con rosácea frente al 26,7% en controles sanos sin
rosácea (24). Por otro lado el tratamiento de H. pylori en pacientes con rosácea mejora significativamente los
síntomas (25).
Otras patologías como
dermatosis papular nigricans, foliculitis, nevus melanocítico, pitiriasis
versicolor y queratosis, también se asociaron a alteraciones en la composición
bacteriana. Aunque no hay reportes previos que asocien alguna de estas
afecciones a una composición particular de la microbiota o a la presencia de
estas bacterias, se puede sugerir que los procesos inflamatorios que se asocian
a la disbiosis intestinal podrían promover alteraciones en la piel que pueden
conducir a una variedad de signos clínicos. Por ejemplo, se ha reportado que
una proporción importante de nevus melanocítico puede progresar a melanoma. En
este sentido y cónsono a la presencia de alteraciones de la composición
microbiana asociadas al nevus melanocítico, un trabajo reciente examinó las
asociaciones entre la disbiosis en la piel y el microbioma intestinal y el
crecimiento del melanoma utilizando el modelo porcino MeLiM de progresión del
melanoma y regresión espontánea (26).
Se encontró una
diferencia significativa en la diversidad y riqueza del microbioma entre el
tejido de melanoma y la piel sana y entre el microbioma fecal de los lechones
MeLiM y los lechones de control. Lactobacillus,
Clostridium sensu stricto 1 y Corynebacterium
1 fueron los géneros más altos en el microbioma de piel sana, mientras que Fusobacterium, Trueperella, Staphylococcus,
Streptococcus y Bacteroides fueron más abundantes en el microbioma de
tejido de melanoma. Bacteroides, Fusobacterium y Escherichia-Shigella se
asociaron con la microbiota fecal de lechones MeLiM. Desde el punto de vista
funcional, el microbioma fecal de los lechones MeLiM se enriqueció con genes
relacionados con las vías de transporte de membrana que permiten el aumento de
la permeabilidad intestinal y la alteración de la barrera de la mucosa
intestinal.
CONCLUSIONES
En general estos
resultados constituyen una evidencia de que alteraciones en la composición
microbiana del intestino relacionadas al estado de disbiosis, pueden asociarse
a la presencia de afecciones cutáneas. La alteración en distintas
subpoblaciones de bacterias se asoció de forma particular a diferentes patologías.
La literatura reporta que diferentes mecanismos pueden estar involucrados.
Entre ellos, la estimulación no específica de mecanismos de inflamación que
favorezcan el desarrollo de patologías cutáneas. Además, el impacto que algunas
de estas bacterias podrían tener en la disrupción de la barrera intestinal, que
conduce a la translocación a la piel de bacterias que alteran el microbioma de
la piel facilitando la instauración de distintos procesos patológicos.
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