VIVE. Revista de
Investigación en Salud
https://revistavive.org
Volumen 6
No. 18, septiembre-diciembre 2023
ISSN:
2664-3243
ISSN-L:
2664-3243
pp. 780 -
801
Estrategias de
afrontamiento al síndrome de burnout en médicos-docentes universitarios en postpandemia
Coping strategies to burnout syndrome in post-pandemic university
physician-teachers
Estratégias de enfrentamento da síndrome de burnout
em professores doutores de universidades pós-pandemia
Elisa-Roxana Dionicio-Escalante1
elisaroxana090382@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-6364-9884
Juan
Mendez-Vergaray1
jmvevaluaciones@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0001-7286-0534
Edward Flores2
eflores@unfv.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-8972-5494
1Universidad
Cesar Vallejo. Lima, Perú
2Universidad
Nacional Federico Villarreal. Lima, Perú
Artículo recibido 24 de
febrero 2023 | Aceptado 11 de abril 2023 | Publicado 25 de septiembre 2023
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https://doi.org/10.33996/revistavive.v6i18.263
RESUMEN
Los médico-docentes han
sufrido las secuelas de la pandemia y que sigue evidenciándose en la
postpandemia como estrés laboral; por ello tuvieron que aprender estrategias de
afrontamiento para superar este problema de salud mental. Objetivo. Analizar las características del Síndrome de burnout
Académico de cuatro docentes-médicos universitarios y las estrategias de
afrontamiento que utilizaron en un contexto de postpandemia. Metodología. Investigación cualitativa,
fenomenológica, interpretativa, en la que se utilizó la entrevista en profundad
a cuatro docentes-médicos (2 varones y 2 mujeres), permitió analizar y
reflexionar acerca de las experiencias de los participantes de las secuelas que
les dejó el SBA después de la pandemia generada por la COVID-19 y cómo
realizaron el afrontamiento. Las categorías fueron SBA y afrontamiento. El trabajo se llevó a cabo en tres fases: (a) descriptiva,
en ella se organizó y planificó el proceso metodológico y ético, (b) fase
estructural, se elaboraron las guías de entrevista, la matriz para organizar la
información, transcripción y codificación de la información y (c) fase de
discusión, en la se confrontaron las experiencias discrepantes y semejantes que
fueron contrastados con otros estudios. Hallazgos. La COVID-19 generó en los médico-docentes SBA, que se
evidenciaron en problemas emocionales, cognitivos, conductuales-psicosomáticos
y sociales. El afrontamiento integral con las técnicas cognitivo-conductuales,
mindfulness, relajación y la religión permitieron revertir los efectos del SBA.
A manera de conclusión. El integral
de técnicas terapéuticas de afrontamiento a SBA postraumático mostraron ser
eficientes.
Palabras
clave:
Afrontamiento; Docente Médico; COVID-19; Síndrome de burnout
ABSTRACT
Physician-teachers have suffered the after-effects of the pandemic,
which continues to be evidenced in the post-pandemic as occupational stress;
therefore, they had to learn coping strategies to overcome this mental health
problem. Objective.
To analyze the characteristics of Academic Burnout Syndrome of four university
teacher-physicians and the coping strategies they used in a post-pandemic
context. Methodology.
Qualitative, phenomenological, interpretative research, using
in-depth interviews with four physician-teachers (2 men and 2 women), made it
possible to analyze and reflect on the participants' experiences of the
after-effects of BMS after the pandemic generated by COVID-19 and how they
coped. The categories were BMS and coping. The work was carried out in
three phases: (a) descriptive, in which the methodological and ethical process
was organized and planned, (b) structural phase, in which the interview guides,
the matrix to organize the information, transcription and codification of the
information were elaborated, and (c) discussion phase, in which the discrepant
and similar experiences were compared and contrasted with other studies. Findings. The
COVID-19 generated BMS in the physician-teachers, which were evidenced in
emotional, cognitive, behavioral-psychosomatic and social problems. Integrated
coping with cognitive-behavioral techniques, mindfulness, relaxation and
religion allowed reversing the effects of BMS. By way of conclusion. The
integrated therapeutic techniques of coping with posttraumatic BMS proved to be
efficient.
Key words: Coping Skill; Faculty, Medical; COVID-19; Burnout, Psychological
RESUMO
Os professores de medicina sofreram os efeitos colaterais da pandemia,
que ainda são evidentes no período pós-pandemia como estresse relacionado ao
trabalho, e tiveram de aprender estratégias de enfrentamento para superar esse
problema de saúde mental. Objetivo.
Analisar as características da Síndrome de burnout
acadêmico em quatro professores-médicos universitários e as estratégias de
enfrentamento que eles usaram em um contexto pós-pandêmico. Metodologia. A pesquisa qualitativa,
fenomenológica e interpretativa, por meio de entrevistas em profundidade com
quatro professores-doutores (2 homens e 2 mulheres),
nos permitiu analisar e refletir sobre as experiências dos participantes em
relação às sequelas da SBM após a pandemia gerada pela COVID-19 e como eles
lidaram com isso. As categorias foram BMS e enfrentamento. O trabalho foi
realizado em três fases: (a) descritiva, na qual o processo metodológico e
ético foi organizado e planejado; (b) fase estrutural, na qual foram elaborados
os guias de entrevista, a matriz para organizar as informações, a transcrição e
a codificação das informações; e (c) fase de discussão, na qual experiências
discrepantes e semelhantes foram comparadas e contrastadas com outros estudos. Resultados. A COVID-19 gerou BMS nos
médicos-professores, que foram evidenciados em problemas emocionais,
cognitivos, comportamentais-psicossomáticos e sociais.
O enfrentamento integrado com técnicas cognitivo-comportamentais, atenção
plena, relaxamento e religião permitiu reverter os efeitos da SGB. À guisa de conclusão. As técnicas
terapêuticas integradas de enfrentamento da SGB pós-traumática mostraram-se
eficazes.
Palavras-chave: Enfrentamento; Docentes de Medicina, COVID-19; Esgotamento Psicológico
INTRODUCCIÓN
Las
secuelas de temor, ansiedad, estados depresivos y otros problemas psicológicos
que la COVID-19 ha dejado a nivel global en diferentes actores del quehacer
humano después de la cuarentena son alarmantes (1-3),
este panorama ha tenido gran impacto en docentes de los diferentes niveles
educativos; en especial en la educación superior (4). El
enfrentar a una nueva realidad, llevó a tener que aprender en poco tiempo
diversas estrategias relacionadas con la educación virtual (5);
generando en ellos efectos negativos que alteraron su salud, mental, cognitiva
y física (6);
además, la sobrecarga en el trabajo generó un estado de cansancio laboral que
melló su rendimiento (2).
Frente a esta problemática, el docente ha aprendido a encontrar respuestas para
amenguar sus efectos a corto y largo plazo con la ayuda de expertos en el área (7)
para poder alcanzar calidad de vida frente a la adversidad.
El
síndrome de burnout, es una forma de responder del organismo frente a
situaciones estresantes en un contexto de labor agobiante que lleva a sentir
agotamiento constante, acompañado de desmotivación e insatisfacción por los
resultados de su trabajo; además, suelen tener cambios conductuales que no solo
se ve reflejado en su centro de trabajo; sino que, además, se traslada al
contexto familiar producto del alto nivel de estrés; constituyéndose en un
problema tanto personal, como social (8); es
decir, el síndrome de burnout es una consecución de situaciones predecibles
como consecuencia de hechos estresantes del trabajo que genera desajustes en la
capacidad de afrontamiento para mantener el equilibrio psicológico (9).
Asimismo, se entiende por Síndrome de burnout académico (SBA) a un conjunto de
manifestaciones emocionales, fisiológicas y de sensación de agotamiento
constante en la labor docente que afecta su performance, en la medida que el
docente universitario está sometido a una doble función, por un lado el proceso
académico y por otro las exigencias de investigación que lo obliga a una
reingeniería constante para adaptarse al perfil docente (10-12); el
SBA no es un problema reciente, sino que acompaña desde hace décadas a los
profesionales de la salud y de la educación en la medida que están inmersos en
una serie de factores psico-socio-afectivos y culturales que constituyen
factores de riesgo para su bienestar personal-profesional, social y familiar(7,13).
Sin embargo, el SBA se ha visto incrementado como consecuencia del Sars-Cov-2 a
niveles que ha sido necesario y urgente la participación de terapeutas que
brinden a los docentes las herramientas necesarias para superar este problema (10).
El
SBA, en un constructo multidimensional (12) que
se hace presente con estados de estrés leve, para ir aumentando y
convirtiéndose en algo permanente que interfiere en el trabajo académico (10);
diferentes autores indican que este síndrome tiene tres formas básicas de
manifestarse: (a) Cansancio emocional, es un estado en la que el individuo se
siente desmotivado, con falta de energía, alteraciones del sueño, tendencia al
aislamiento social, estrés por encima de lo normal y ansiedad como consecuencia
de jornadas de trabajo prolongadas de autoexigencia y responsabilidad;
constituyéndose en una respuesta que da la primera alarma del SBA (14,15),
(b) la despersonalización, implica albergar sentimientos adversos en relación a
los trabajos ejecutados por sí mismos y por los demás; ello hace que busque el
distanciamiento social y del contexto donde se desenvuelve; esta actitud suele
ser utilizada como una manera negativa de afrontar la realidad, con la
finalidad de huir del problema en lugar de buscar una solución (12,16) y
(c) la realización personal disminuida, involucra la certeza de ser incapaz de
ejecutar tareas de manera eficiente en su centro de laboral, afectando la
autoestima de quien la padece (17).
Diferentes
estudios evidencian que los médicos suelen padecer un alto nivel de agotamiento
laboral que se ha visto incrementada por la aparición de la COVID-19 (3);
más aún, aquellos a los que les tocó estar en primera línea durante la pandemia
mostraron un nivel más alto de agotamiento laboral, experimentando alteraciones
en el sueño, afección en su estado anímico que dieron como consecuencia disminución
en su actividad personal (18).
Además, se observó que los médicos jóvenes eran más proclives a la depresión
que los mayores (18). En
general, los factores de riesgo para el incremento de la depresión es el
trabajo mayor a 8 horas diarias, la falta de actividades motrices y percibir
que se sentían ansiosos (19).
Los síntomas que alertan la presencia del Burnout son cefaleas, irritabilidad,
dolores musculares, sopor, alteraciones del sueño, dificultades para relajarse (20).
Los
efectos negativos que genera el SBA se ven mediadas y ajustadas para hacer
frente a situaciones estresantes a las cuales se encuentra expuesto por una
serie de tácticas con el afán de minimizar los efectos adversos; a esto se
denominan estrategias de afrontamiento al Burnout; ellas constituyen la
experticia cognitivo-conductuales que utiliza una persona con el acompañamiento
de un experto. (10,20,21).
Las estrategias de afrontamiento tienen tres momentos: (a) anticipación, se
hace una valoración del hecho que debe desafiar, reconoce los posibles factores
estresantes y cómo sobreponerse a ellos, (b) impacto, es el instante en que se
hace presente el hecho y se evidencia si los factores estresantes eran o no los
previstos y (c) post-impacto, es el momento en que se da respuesta al estresor,
asumiendo los efectos de la determinación realizada (22). Es
por ello, que en esta investigación se busca conocer las estrategias de
afrontamiento efectivas de acuerdo a las experiencias vividas por los
participantes de esta pesquisa; las que brindarán información para incrementar
el rendimiento laboral de los docentes-médicos en situaciones extremas y en
particular después del Sars-Cov-2.
La
pandemia por COVID-19 ha dado lugar a buscar diferentes estrategias
terapéuticas para enfrentar los estragos que lleva aparejado el SBA, cuyos
efectos más visibles son el alto nivel de estrés y ansiedad que en muchos casos
no ceden con la eficacia que se espera (23),
afectando el desempeño laboral y social. Entre los modelos de afrontamiento se
señalan: (a) el apoyo social, implica formas de regulación emocional que se
desarrolla a mediano y largo plazo, de suerte que las reacciones de ira,
frustración, el duelo entre otros son abordados y superados de manera paulatina
con la ayuda de expertos en la materia; en esta estrategia juega un rol
fundamental un clima social positivo; es importante incrementar en la persona
un vocabulario extenso relacionado con la inteligencia emocional, (b)
focalización en la solución del problema, para ello, el profesor asume un rol
organizativo considerando las causas y consecuencias del problema; a partir de
él establece una serie de pasos a seguir, teniendo en cuenta a los involucrados
en el evento para poder dar solución a situaciones negativas específicas,
evaluando constantemente los resultados, (c) la evitación, es una estrategia de
escape o huida del problema que lo aqueja, para ello realiza actividades de
distracción como deportes, paseos, jobis con lo que evita pensar en su
problema, (d) la autofocalización negativa, la indefensión de la persona con
SBA lo lleva a considerar que es incapaz de solucionar su problema; por ello,
se sume en un estado de resignación, (d) reevaluación positiva, es una manera
cognitiva de afrontamiento que consiste en buscar el lado positivo del problema
en lugar de lamentarse, asumiendo que existen problemas más graves; en
consecuencia, esto le permite realizar adaptaciones adecuadas a su contexto,
(e) expresión emocional abierta, consiste en hacer uso de expresiones
emocionales dirigidas a neutralizar o amenguar sus niveles de tensión, que se
evidencian con actitudes descorteces, de irritación, agresivas entre otras con
el fin de desahogarse, (f) la religión, frente a una situación que no es capaz
de superar, el maestro vuelve sus ojos a lo espiritual, como una forma de
hallar apoyo para superar la adversidad, Dios se convierte en el ente supremo
que todo lo puede y es él quien lo protege del peligro; por ello, realiza una
serie de rituales propios del grupo religioso al que se adhiere (24,25).
Teniendo
en cuenta que la investigación no solo abordó el SBA, sino también el contexto
de COVID-19 en el que los participantes estuvieron inmersos, se hace referencia
a las estrategias específicas que se utilizaron en el contexto de la pandemia,
con aquellos que requirieron intervención; al respecto, se hizo hincapié en
estrategias ligadas a los pensamientos irracionales, emociones negativas,
insomnio eventual, necesidad de apoyo social, la sobreinformación negativa o el
duelo; las que se impartieron a través de teleconsultas. Dado que el personal
de salud estuvo expuesto a situaciones extremas, diferente a la población en
general; las estrategias que se asumieron fueron: (a) cognitivo-conductual,
trabaja en los patrones de pensamiento a través de la estrategia de aserción
encubierta, existen temores irracionales y tiene que poner en la realidad ante
las crisis de pánico; se trabaja sobre los hechos reales que es y que no es;
dirigido a cambiar los pensamientos distorsionados y revertir la ansiedad y
depresión (26,27),
(b) Mindfulness, actúa sobre los pensamientos alterados (28),
(c) relajación, permite el control del estrés y (d) la religión, actúa sobre
ansiedad y la depresión como un paliativo ante la indefensión especialmente en
países más religiosos (24).
Por ello, el objetivo del presente
artículo pretende analizar las características del síndrome de
burnout académico de cuatro docentes universitarios y las estrategias de
afrontamiento que utilizaron en un contexto de pos-pandemia. El trabajo investigativo
estuvo centrado en dos categorías, el síndrome de burnout académico y el
afrontamiento, cuya casuística permitirá revelar las reflexiones relacionadas
con sus vivencias que los llevaron a encontrar maneras efectivas para superar
el cansancio docente y de médico.
METODOLOGÍA
La pesquisa cualitativa (29), fenomenológica (30,31), hermenéutica (32) dio a cuatro docentes-médicos (varones: MIC y NST,
mujeres: MTA y LVA) la oportunidad de brindar sus experiencias y reflexiones
relacionadas con el SBA y las estrategias que utilizaron para soportar y
enfrentar este problema. El trabajo se ejecutó en tres fases, se inició con
fase descriptiva, en ella se organizó y planificó el proceso metodológico y
ético; a continuación, se ejecutó la fase estructural, en la que se elaboraron
las guías de entrevista, la matriz para organizar la información, transcripción
y codificación de la información; finalmente, se realizó la fase de discusión,
en la se confrontaron las experiencias discrepantes y semejantes que fueron
contrastados con otros estudios. Para recabar la información se utilizó la
técnica de entrevista-observación, que se llevó a cabo a través de la
plataforma Zoom con una guía de entrevista semiestructurada que contó con dos
categorías básicas: SBA (con las subcategorías cansancio emocional,
despersonalización y realización personal disminuida) y afrontamiento (Técnica
conductuales-conductuales, mindfulness, relajación y la religión) el que fue
validado por cinco expertos en el área de estudio (33). Las entrevistas se realizaron en concordancia con
las normas éticas con seres humanos, en el que se hizo hincapié en la
confidencialidad, consentimiento informado y el anonimato (34); es por ello, que los participantes firmaron el
documento que avalaba que los resultados deberán ser utilizados para fines
estrictamente investigativos. Al concluir la fase interpretativa se concertó
una reunión con los entrevistados para constatar que todo aquello que se
consideraron como discrepancias y semejanzas correspondían a lo expresado por
ellos.
HALLAZGOS Y DISCUSIÓN
Los
efectos que ha provocado el síndrome de burnout
académico en el contexto de la pandemia en los profesores-médicos se
evidencian en la Figura 1. Las manifestaciones del síndrome de burnout
postpandemia en los médicos-docente que intervinieron en la investigación se
evidencian en la Figura 1.
Figura
1.
Subcategoría Síndrome de burnout Académico (SBA).
El
afrontamiento al SBA de los médicos-docentes al SBA en post pandemia se
muestran en la Figura 2.
Figura
2.
Estrategias de afrontamiento al estrés y resultados de su aplicación.
La
investigación realizada tuvo como particularidad que los participantes cumplían
una doble función, por un lado, el de enfrentar la COVID-19 en los hospitales en
la que desempeñaban como médicos y en la universidad como docentes; esta
situación sui géneris; no solo generó en ellos el SBA, sino temor permanente al
contagio, ansiedad, depresión, alteraciones en el sueño, pesadillas, dolores de
cabeza, entre otros síntomas que aún no cesan y que les produjeron frustración,
que se evidencia en la expresión: “no sabía qué hacer,… tantos muertos” “Dios
mío”. Sin embargo, a pesar de esta situación caótica continuaron firmes también
en su trabajo docente, que implica una recarga profesional sin precedentes. Al
respecto, se ha encontrado que un alto porcentaje de médicos de diferentes
áreas presentan un nivel medio de SB, siendo los más afectados los varones que
las mujeres (35).
Categoría cansancio
emocional
En el contexto hospitalario
Los
médicos-docentes concuerdan que en la primera fase de la COVID-19 se sintieron
desconcertados, abrumados por una enfermedad que nunca antes habían enfrentado;
las medicinas y las camas UCI escaseaban; no había oxígeno suficiente; aun
cuando nosotros estamos acostumbrados ver morir a las personas a pesar de
nuestro esfuerzo; “esta realidad nos partió el corazón” “nos quebró” “nos
sentíamos impotentes” “qué podíamos hacer”. Nos sentíamos agotados, no se podía
parar “no había un horario para comer” “teníamos problemas para hacer nuestras
necesidades fisiológicas”, eso porque el vestirse y despojarse de la vestimenta
era todo un protocolo, las mascarillas “nos dejaban heridas en el rostro”, eran
horas intensas, agotadoras, frustrantes. Pero cuando alguien sobrevivía,
sentíamos gran alivio y los celebrábamos; era un aliciente haber triunfado
frente a la muerte. Uno de los problemas que se evidenció durante la pandemia
fue la dificultad de comunicación adecuada entre médico-paciente, lo que
agudizó el estrés en los médicos (3).
Cada
día era más agotador, a pesar del aislamiento social obligatorio, la cantidad
de pacientes se incrementaba exponencialmente, ya no había camas UCI, todas las
instalaciones estaban llenas, se habilitaban algunas camas en los pasillos,
mientras que los alrededores del hospital estaban llenos de pacientes y sus
familiares que pugnaban por salvar a sus seres queridos. Uno de los médicos
indica “yo era aséptico, pero este caos me hizo reflexionar de la existencia de
Dios” “aprendí lo insignificante que soy” “de ahí en adelante, cada vez que voy
a intervenir me pongo en las manos de Dios”. Los otros médicos-docentes
coinciden que existe un ser supremo que guía sus manos frente a sus pacientes para
hacer lo que es acertado para la sobrevivencia y eso lo transmiten a sus
pacientes y a los familiares de ellos. La oración de petición y agradecimiento
permite una comunicación con el ser Supremo para hallar fortaleza ante la
angustia, cumpliendo un rol adaptativo en relación a situaciones estresantes
como la COVID-19, cuyo objetivo central es la sanación y de esperanza; aunado
al agradecimiento, que le bridan bienestar socio-emocional-psicológico (24).
Además, los creyentes se ven beneficiados con un mejor nivel de relajación
frente al estrés y la ansiedad (36).
Los
participantes precisan que, durante la pandemia, vieron morir a mucha gente,
que quizás pudo salvarse, pero el dolor es más grande, por la muerte de colegas
en la plenitud de su vida, enfermeras, médicos, técnicos, personal de servicio;
“todavía no puedo creer que hayan desaparecido” “muchas veces sueño que
converso con ellos”. El dolor de su partida continúa en ellos, se resisten a
creer que ya no están. El llanto de los familiares “nos partía el corazón” “era
irresistible”. Peor aún, los fallecidos salían del hospital con estrictas
medidas de protección para ser cremados sin la presencia de sus familiares que
no pudieron darle la última despedida y con los rituales tradicionales que de
alguna manera amenguaba su dolor. “los fallecidos eran llevados al crematorio
en solitario” “estaba prohibido que asistieran los familiares” “ni las cenizas
se la entregaban”. Todo esto, indican: “me creó un profundo dolor que no he
podido superar” “me sentí abatida, impotente, que no podía hacer nada para ayudar
a los pacientes”. El duelo frente a la tragedia no fue asumido de la manera
tradicional; por el contrario, tanto los profesionales de la salud como los
familiares no tuvieron la a oportunidad de entender, superar y reconstruir su
vida frente a la muerte; en consecuencia no encontraron el escape liberador que
los sumió en la desesperación y el estrés, no solo personal, sino también
comunitario (37).
Este
evento ha dejado huellas profundas en los participantes que todavía
eventualmente tienen episodios ansiosos, de depresión, alteraciones del sueño,
miedo, dolores de cabeza, pesadillas, contracturas musculares recurrentes,
caída del cabello más de lo usual (efluvio telógeno) y en ocasiones
pensamientos irracionales. MAT, culmina diciendo con voz entrecortada y con
lágrimas en los ojos: “jamás voy a olvidar el llanto de los familiares” “lo
desgarrador al entrarse que su familiar había fallecido; cuando minutos antes les
comunicaron que se iba a recuperar” “eso me ha marcado para siempre”. Pero
coinciden en que a partir de esta situación se han vuelto más sensibles con los
pacientes, aunque sienten que involucrarse demasiado va contra su propia salud
mental. Estudios relacionados con los efectos de la COVID-19 en el personal de
salud informan que esta enfermedad tiene una relación directa con el miedo al
contagio, el estrés, estados depresivos recurrente, desesperación, frustración,
colapso en los servicios y personal (38-41).
Asimismo, se observó que el SB tiene asociación positiva como predictor de
estrés post traumático, en este caso con las consecuencias de la COVID-19 (42).
Se observó que muchos pacientes tuvieron caída del cabello más de usual sin
cicatrices durante la pandemia en zona que normalmente no suele haber alopecia;
lo que sugiere que alto nivel de estrés en situaciones extremas tiene estos
efectos en los pacientes (43);
esta caída de cabello es posterior a la adquisición de la enfermedad por SARS-
CoV-2, lo que sugiere que este problemas tienen como antecedente la enfermedad,
cuyos efectos se evidencia con más frecuencia en la zona parieto-temporal (44).
En el contexto universitario
Los
médicos-docentes estaban muy cansados, pero el contacto con los estudiantes les
sirvió en este caso como un paliativo a las largas jornadas con los pacientes;
el participante MIC manifiesta: “me encanta trabajar, me encanta lo que
hago la docencia la investigación científica me apasiona por lo cual eso no me
cansa ni me aburre, más bien, quisiera dedicarme a ello específicamente”;
mientras MTA considera que se ha sentido agotada,
especialmente cuando ha tenido que hacer uso de las herramientas virtuales, ya
que tuvo que adaptarse a esta nueva forma académica a partir del brote de la
COVID-19. NST y LVA coinciden en que la docencia es más estresante cuando se
imparte las clases, pero sienten mayor tranquilidad en las evaluaciones
mensuales. Por el contrario, MIC entiende que siente cansancio y estrés en el
proceso de evaluación, ya que tiende a calificar con “10/20 u 11/20”, ello le
crea conflicto con los estudiantes, porque indica que “quisiera formar
estudiantes de alta calidad”, ante ello los estudiantes “se quejan, entonces
qué es eso, donde estamos, en mi época no eran así, fueron muy crudas; se puede
decir, si estabas desaprobado estabas desaprobado”, sin ponerse en la posición
de los estudiantes que también sufren las secuelas del aislamiento forzoso, la
enfermedad o el fallecimiento de familiares y amigos. Diversos estudios
evidencian que durante la pandemia los docentes universitarios presentaron
desgano, problemas emocionales, abatimiento psicológico (10).
Los
informantes agregan que la labor docente lleva al agotamiento, porque muchas
veces tienen que quedarse hasta las 22:00 o 23:00 horas elaborando el material
para la clase siguiente, lo que no les permite tener un contacto afectivo con
la familia; “no nos comunicamos” “hay un divorcio total”. En otras ocasiones
tienen que comunicarse con los estudiantes fuera del horario de trabajo para
satisfacer sus dudas e inquietudes, es por ello que a “las 20:30 pm de la
noche, si ya se nota cansancio no solo del docente sino también del alumno”, en
especial en las asesorías de las tesis. MTA afirma, “al final del día, siento
que ya no doy”; MIT agrega que la carga es de ser médico y docentes es
extenuante, porque “el Perú en un país donde la economía está difícil donde los
gobiernos no se ponen de acuerdo, en donde la salud está en pésimo estado,
donde a educación tiene que cambiar; entonces, estresarse es prácticamente
común entre todos”. La transición abrupta entre la enseñanza cara a cara a la
remota impacto en los docentes universitarios que los llevó al agotamiento,
estrés (45)
y errores médicos debido a que la responsabilidad laboral se incrementó en 143%
(46);
además, se observó que las mujeres tenían un nivel más alto que los varones (47).
Categoría despersonalización
En
el contexto hospitalario
Los
médicos-docentes coinciden en que la situación de pandemia les ha cambiado la
forma de ver a los pacientes; antes de la pandemia, consideraban que su trabajo
era rutinario, no era una relación cercana médico-paciente, se seguía el
protocolo del examen, algunas indicaciones verbales y la receta
correspondiente. Uno de ellos expresa “a veces ni los miraba”. Pero, la
situación disruptiva de la pandemia desató en algunos de ellos cambios
profundos en la relación médico-paciente; volviéndolos más sensibles,
acercándolos más a sus pacientes, viendo la parte humana, preocupándose de sus
sentimientos, del valor de la vida; uno de ellos afirma: “veía en cada paciente
a mi madre, a mis hijos” “no podía entender cómo antes no pude ser capaz de ver
y comprender el dolor de mis pacientes”. Por el contrario, MIC dice: la
pandemia “me ha vuelto frío, ya no siento las mismas emociones que antes en el
aspecto afectivo sentimental, en el aspecto emocional porque he visto de todo
dentro de la pandemia, he visto muertos, varios familiares fallecidos, varios
problemas en la familia”. Es decir, una misma situación dio origen a diversas
formas de reaccionar, de ver la vida, de afrontar la realidad pandémica.
Mientras que, a unos, el impacto de la COVID-19 los hizo reflexionar sobre el
dolor ajeno volviéndolos más empáticos; en otros tuvo efectos negativos, con desinterés
en lo que les podía pasar a los demás. La situación disruptiva de la pandemia
tuvo efectos negativos en la relación médico-paciente en la medida que se
generó limitaciones comunicativas que afectó la empatía; creando barreras y
distanciamiento físico-emocional-cognitivo en la interacción clínica (48).
Por otra parte, después de la pandemia se observó que el cansancio emocional
vino acompañado de un nivel alto de despersonalización (49).
En
el contexto universitario
Al
contrario de lo que ha sucedido en el ámbito hospitalario, en el contexto
universitario, los docentes están de acuerdo en que antes de la pandemia se
preocupaban del avance de sus estudiantes; incluso, propiciaban y establecían
relaciones más cercanas con cada estudiante; esto consideran que ha cambiado:
al respecto MIC afirma que “ahora siento una frialdad de por medio, pero no es
una frialdad de maldad porque yo jamás he hecho daño a nadie en el caso”; MTA
agrega “ahora es ponerle una calificación y ya” “antes, me sentía preocupada de
lo que realmente va a pasar y le daba una chequeada a su promedio para darles
otra oportunidad; todo eso últimamente no sucede, me he vuelto un poco dura”.
En contraste LST y LVA consideran que se sienten a gusto en este contexto
porque les permite realizarse como personas y profesionales; LST expresa: “me
encanta estar interactuando con las personas, pues yo creo que cuanto más
interactúas con otras personas, emocionalmente te sientes mucho más a gusto” y
LVA agrega “trabajar bajo presión, con plazos, estar siempre pendientes de
cumplir con todos los objetivos y las metas planteadas, es una constante
oportunidad de mejora personal”. De lo anterior se desprende que la pandemia a
afectado la mirada y el proceder de los docentes-médico; en unos casos haciendo
que se despreocupen por sus estudiantes, al mismo tiempo que buscan justificar
y racionalizar su proceder; en tanto que otros son resiliente frente a la
adversidad y a la nueva realidad que, aunque caótica les brinda las
herramientas emocionales y sicológicas para entablar una relación empática
sujeto-objeto. El desgaste emocional y altos índices de despersonalización
parece una constante en los profesionales de la salud (50)
producto del agotamiento, dificultades en la comunicación, falta de apoyo de
las autoridades y violación del horario laboral (51).
Categoría realización
personal disminuida
En el contexto hospitalario
Los
participantes consideran que la situación pandémica ha creado en ellos sentimientos
encontrados, ya que en muchas ocasiones no iban a sus domicilios por el temor
de contagiar a sus familiares y no poder afrontar con eficiencias las
consecuencias de la COVID-19; por lado la desesperación del aislamiento
familiar durante semanas; creó en MIC impotencia, sentimientos de culpa, de
sentirse incompetente cuando manifiesta: “cometí un error grande” “extrañaba
tanto a mis hijos, a mi esposa a mi madre” “sin medir las consecuencias fui a
visitarlos” “Dios porque lo hice, falleció mi madre, mi tío, mi abuela” “no
tuve la oportunidad de salvarlos”. Los participantes indican que eran momentos
de incertidumbre en la que los médicos y todo el personal de salud debían
seguir protocolos estrictos dentro del hospital y cuando tenían que trasladarse
a sus domicilios; pero, a pesar de ello el contagio era inevitable,
especialmente en la primera y segunda ola, cuando todavía no llegaban las
vacunas; el temor y sentirse incapaces de afrontar algo desconocido desbordaba
su capacidad, así como su experticia, esta situación se resume cuando MTA, NST y LVA expresan: “no sabíamos que hacer” “se
probaba con todo, pero igual teníamos cada día más fallecidos”. Las
investigaciones evidencian que existe una relación alta y positiva entre el
temor y el SB producto de la COVID-19; es decir; a mayor contacto con personas
contagiadas por esta enfermedad mayor es el temor; por el contrario, a mayor
agotamiento menor satisfacción laboral (41);
así mismo, la calidad del trabajo se hallaba disminuida (39).
En el contexto universitario
En
el ámbito universitario los participantes coinciden, que aun cuando se
preocupan por sus estudiantes y lo que les puede suceder; sin embargo, ciertas
actitudes han creado en ellos desconfianza en relación a la justificación que
los estudiantes argumentan para no asistir a clases o a las evaluaciones, por
lo que optan en desaprobarlos. Uno de los participantes refuerza esto indicando
“no los conozco, están con la cámara apagada a pesar que se les insiste en que
la prendan” “al momento de la evaluación no ingresan, no me queda otra cosa que
ponerles cero” “son alumnos de los primeros ciclos que llevan anatomía” “que
pueden aprender, si no tienen la práctica”. En contraste con esta postura, NST
considera que debe haber un mayor acercamiento con el estudiante, por ejemplo,
refiere que a veces le dicen: “profesor una consulta, tengo un familiar que
tiene tal enfermedad”, ante ello “les doy información y consejos de cómo
proceder”. El docente se enfrenta cada día a situaciones conflictivas con la
virtualidad, la conducta de los estudiantes, las necesidades económicas entre
otros, que le generan estrés laboral en especial niveles moderados de falta de
realización personal (52).
Por
otra parte, entienden que los problemas personales, cada quien debe aprender a
afrentarlo, dándoles la solución de acuerdo con sus recursos o buscando ayuda.
NST lo evidencia con la expresión “dejen la mochilita con los problemas allá en
la puerta y entrar a hacer tu trabajo como debe de ser” cuando se relaciona con
los estudiantes que buscan justificaciones reales o no. MIC agrega: “hay que
ser considerados con las competencias que manejan” “por ejemplo si hablas de un
mecanismo fisiopatológico a un nivel muy alto, van a estar en la nube cuando le
hablas de farmacodinámica”; es por ello que hay que dosificar la información
que se les brinda, más aún si se tiene en cuenta que las clases presenciales
fueron después de dos años de virtualidad, en la que la formación eminentemente
teórica; cuando lo usual en las clases presenciales es fundamentalmente
práctica. Al respecto, la información investigativa revela que el SBA está
íntimamente ligado con el estrés; así como, secuelas
fisiológicas-cognitivas-conductuales debido a las exigencias académicas, de los
estudiantes y de la institución (53,54).
Además,
hay momentos que los estudiantes necesitan algún consejo y se los damos, en la
medida de lo que es posible; pero no falta alguien demasiado sensible que
piensa que le estamos llamando la atención, al respecto MIC refiere “mi voz es
a veces muy ronca” “luego dicen, me miro mal, bueno mi cara es así no la puedo
cambiar” “parece que últimamente vieran al cuco” “debo admitir que suelo
amagarme muy rápido, por algún error de mis estudiantes”. En contraste, NST
cuenta que sus estudiantes le escriben por chat “gracias profesor por su
tiempo, por sus enseñanzas”. Este acercamiento sirve de retroalimentación al
docente para “seguir adelante y a pesar de estar agotado, da impulso para hacer
mejor las cosas, para hinchar el pecho”. MTA, NST y LVA concuerdan que durante
las clases se esfuerzan por mantener la calma y trasmitirlo a los estudiantes
“trato de darme yo solita ráfaga de buenas vibras pensando que nada es
perdurable”. Los médico-docentes han sido obligados por la coyuntura a realizar
ajustes metodológicos para adaptarse al nuevo contexto; esto les ha ocasionado
estrés emocional y problemas para afrontarlo (55).
Pero al mismo tiempo, ha dado oportunidad de utilizar la tecnología virtual
para reemplazar los cadáveres para visualizar y manipular las disecciones (56).
Estrategias de afrontamiento
La
coyuntura pandémica obligó a los docentes-médicos a permanecer la mayor parte
del tiempo en los hospitales afectando los lazos sociales con la familia; por
ello, muchos médicos y otros profesionales de la salud renunciaron al trabajo y
elegir la vida; ello tuvo como consecuencia la recarga del trabajo por el
recorte del personal calificado y al mismo tiempo el incremento de los casos de
pacientes con COVID-19 que generó en el personal cada vez mayor estrés y
cansancio; aunado a esto se tenía que responder llamadas de emergencia de
pacientes con síntomas severos de COVID-19. Frente a esta realidad los
participantes inicialmente trataron de superar sus ideas de minusvalía, ideas
irracionales, sentimientos de culpa, pesadillas, dolores de cabeza,
contracturas musculares o alteraciones en el sueño, recurriendo a su capacidad
de superar estos problemas, dándose fuerza a sí mismos y conversando en los
momentos que era posible con los colegas. Pero, llegó un momento que fue imposible
enfrentar el alto nivel de estrés y sus secuelas. Al respecto MIC indicó:
“mientras bregaba con los pacientes para que pudieran sobrevivir todavía podía
controlarme” “pero el fallecimiento de mi familia me derrumbó” “me sentí
impotente, incapaz” “ahí empezó mi viacrucis” “no podía más” “es cuando busqué
ayuda de la psicóloga del hospital”. Por otra parte, MTA, NST y LVA refieren
que, ante los acontecimientos narrados, llegó un momento “que sentimos pánico”
“temor a morir” “la incertidumbre que hoy estábamos aquí junto a los colegas y
mañana faltaba alguien” “no se puede decir con palabras lo que sentíamos”. Es
cuando los participantes se vieron en la necesidad de recurrir a ayuda
especializada para enfrentar el estrés frente a una nueva manera de abordar el
proceso enseñanza y aprendizaje, de suerte que los procesos adaptivos fueran
más organizados y ágiles (55).
El
Síndrome de burnout se había hecho presente en toda su dimensión, los
participantes decidieron integrarse al personal que recibía apoyo terapéutico
personalizado, teniendo como terapeuta a una psicóloga clínica del hospital
donde laboran. Manifiestan que al inicio del proceso recibieron información
teórica de las características de cómo afrontar las secuelas del trabajo
excesivo y en situación de alta presión. Además, les hizo una entrevista y se
les aplicó una prueba para verificar el nivel de estrés y ansiedad Así mismo,
fueron entrenados para identificar las situaciones de estrés y el registro en
un cuaderno de manera jerárquica. Con la finalidad de seguir una secuencia de
trabajo, los signos y síntomas que presentaron se organizaron en un cuatro de
doble entrada categorías (emocionales, cognitivos, conductuales-psicosomáticos
y sociales) en forma vertical y los días de a semana en forma horizontal. Se
rompió el reto del distanciamiento social a través de la plataforma virtual
teniendo como principal herramienta la escucha empática para generar
habilidades personales de resiliencia en los participantes para que sean
capaces de afrontar el trauma y actuar con calidad de vida y equilibrio en el
futuro. Para hacer frente a las consecuencias adversas de pandemia y post
pandemia es de vital importancia el soporte que se reciba de los familiares,
amistades, la comprensión y la rumiación intencional (57).
Ante
los problemas emocionales de ansiedad y depresión, temor a contagiarse por la
COVID-19 y temor a morir en cualquier momento que generó el SBA y las
condiciones contextuales de postpandemia, el abordaje se realizó en forma integral
para cada uno de los participantes. Así, MIC indica que era la primera vez que
recibía este tipo de ayuda; agrega “siempre pensé que era lo suficientemente
capaz para enfrentar a la muerte sin que afecte”, aquí sentí alivio y cierta
paz “después del fallecimiento de mis familiares”; aprendí, como dijo la
psicóloga que debemos ser resiliente, para eso me propuse establecer
comunicación más frecuente con mis familiares y algunos amigos a través de las
redes o por teléfono, en el poco tiempo que dispongo; MTA agrega que además de
la comunicación “me ponía a bailar con mis hijos y mi esposo” como una forma de
hacer ejercicios y así superar su indefensión frente a la crisis; NST, indica
que sintió protegido y alentado para enfrentar sus temores; también LVA manifiesta
que ha sido alentador ser más asertivo en mis relaciones, “me dio paz y
tranquilidad”. La literatura, informa que las personas cuanto más deprimidas
están, suelen mostrar alta indefensión; asimismo, cuanto más directa es la
relación médico-paciente con COVID-19, se incrementa la percepción de
amenazante de contagio; es por ello, que al brindarles estrategias de
afrontamiento, estas deben ser activas; ya que, el afrontamiento pasivo no
tiene efecto para revertir la ansiedad y los miedos de los pacientes (58).
Por
parte, los médico-docentes fueron entrenados en concentrarse en que “siempre es
hoy” teniendo como meta evitar pretender cambiar la realidad o los
pensamientos, sintiendo cómo vivo y cómo están conectados con lo que está
aconteciendo. A continuación, se realizaron ejercicios de respiración
abdominal, intercostal, clavicular y completa. Al respecto los participantes
manifiestan que al inicio les costó concentrarse, ya que le venían diferentes
pensamientos que los perturbaban. MIC revela que es un poco impaciente “no me
agrada que me supervisen” “pero luego entendí que era lo mejor para mí, eso me
llevó a seguir las instrucciones” “he aprendido a enfocarme en algún
pensamiento, desechando otros que me perturban”. MTA, NST y LVA coinciden en
que el aprender a enfocarse en un pensamiento y las técnicas de respiración les
ha permitido sentirse mejor mientras realizaban la exploración de diversas
partes de su cuerpo. En esta primera parte la psicóloga les dio un cronograma
de actividades de la semana considerando cada actividad como si fuera nueva, el
cronograma incluía “concentrarnos en alguna parte de nuestro cuerpo”,
“focalizar nuestros pensamientos”, centrarnos en el “aquí y ahora” y aceptar nuestros
pensamientos para analizarlos y entenderlos; además, utilizar las técnicas de
respiración. Adicionalmente, indican “ser más espiritual nos dio fortaleza para
superar o enfrentar con más tranquilidad los estragos de la pandemia”. En
consonancia con lo expresado por los participantes, la literatura informa que
asumir un rol atencional ligado al presente influye en la conciencia,
facilitando la identificación de hechos o pensamientos relacionados con la
rumiación pasada o futura de suerte que sea posible la disminución del estrés (59).
Además, la atención plena tiene efectos en pocas semanas de su aplicación para
reducir el SB (59).
Posteriormente,
en las subsiguientes sesiones recibieron instrucciones que el afrontamiento lo
podían practicar en cualquier lugar; por ello, cada uno hizo un listado de
posibles lugares donde podían hacer las prácticas de afrontamiento integral
(cognitivo-conductuales, mindfulness, respiración y religión); asimismo,
recibieron sugerencias de algunos ejercicios que se practican el yoga. MIC,
MTA, NST y LVA coinciden en que aprendieron a responder a interrogantes: “cómo
interpreto este pensamiento que me hace sentir incómodo” “existen otras
posibles respuestas” “en caso que asuma otras alternativas de qué modo variaría
mi situación actual” “existe la probabilidad de diferir esta alternativa y
esperar que sucede”. Esto les permitió tener diversas maneras de interpretar un
mismo acontecimiento y afrontarlo con más eficacia. Al respecto, MTA manifiesta
“esta experiencia me dio la oportunidad de analizar y saber cuáles son las
causas internas de mis miedos”. Este nuevo escenario educativo y médico les da
mayor motivación y empeño, para que sean capaces de brindar a los estudiantes
las herramientas necesarias para buscar los caminos que le faciliten su
accionar en estos momentos aciagos; esto invita a los docentes-médicos a ser
protagonistas positivos y creativos en un escenario de post pandemia (60).
Los
participantes manifiestan que con el transcurrir de las sesiones comprendieron
que existen diversas formas de reaccionar ante un pensamiento estresante; ellas
pueden ser descritas en tres momentos: “dirigir su pensamiento a un
acontecimiento, sentirse aburrido y desinteresado”, “tener el deseo que esos
pensamientos tengan las características que uno quiere”, “pretender utilizar un
mecanismo de escape ante un hecho o pensamiento o simplemente apartarlo”, tales
como baja autoestima, sentimientos de culpa, duelo profesional, pensamientos
irracionales. Frente a estos hechos se preguntaron: “cuáles son los hechos que
producen el estrés y cuáles los que desencadenan”, “cuál es mi manera habitual
de reaccionar ante los estresores”. Para el afrontamiento, se recurrió a la
estrategia de dejar fluir la vida sintiendo los olores, sabores, colores,
pensando que se es feliz en el ahora. Al respecto MIC dice “siempre he vivido
anclado en el pasado, eso me ha perjudicado”, NST agrega “demasiados planes y
no he disfrutado lo que tengo ahora, mi familia”. Es importante para tener vida
plena ser asertivos, MIC manifiesta “tengo que aprender a controlar lo que digo
y cómo lo digo, aun cuando tenga razón, eso lo estoy logrando”, MTA, agrega “en
la relación con los pacientes y con los estudiantes tengo que ponerme en su
lugar”, NST y LVA coinciden en que “detrás de una reacción desafortunada de los
pacientes, no sabemos cuánto dolor e impotencia existe” “los médicos somos su
apoyo y salvación”. Al respecto, se halló que el apoyo social y la resiliencia
impartida por terapeutas psicólogos tenían efectos inversos y significativos en
aquella personas que sintieron los estragos del SBA (42).
Con
el transcurrir de las sesiones, los síntomas de estrés fueron disminuyendo, MTA
y LVA indican “ya no se me cae el cabello, pensé que me iba quedar calva”.
Todos agregan que no tienen dificultades para dormir, ni pesadillas. Sin
embargo, todavía persisten, aunque no manera recurrente los dolores de cabeza y
las contracturas musculares. Pero han aprendido que cada día deben agradecer a
Dios que tienen salud y bienestar, la fuerza para enfrentar los retos que se
les presenta, la paz interna para compartirla con los demás; así como, ser y
dar felicidad.
A MENERA DE CONCLUSIÓN
La
cantidad de pacientes hicieron que colapsaran los sistemas de salud; no había
medicamentos, oxígeno, ni camas UCI suficientes para atender la demanda. Los
médico-docentes tuvieron que aprender nuevas tecnologías de atención, cómo
salvar vidas, los médicos tenían que quedarse en el hospital donde laboraban
trabajando de manera ininterrumpida lo que les generó altos niveles de ansiedad
y estrés. Sin embargo, el alto porcentaje de fallecidos les obligó a tratar de
reponerse rápidamente a través de la resiliencia para poder contrarrestar los
efectos caóticos de la COVID-19. Por otra parte, el hecho de asumir la función
docente en condiciones inciertas exacerbó el pensamiento, ante una realidad que
cambió de hoy para mañana, tenían que aprender nuevas tecnologías y estrategias
metodológicas relacionadas con su función docente que era fundamentalmente
clínica antes de la pandemia.
Además,
la separación por períodos largos de sus familias generó la ruptura de vínculos
que incrementó en ellos los factores de riesgo del SBA que afectó especialmente
el desgaste emocional y físico. Por otra parte, este hecho va ligado al temor
de los médicos de contagiar a sus familiares, por lo que fueron sometidos a la
cuarentena antes de ir a visitar a sus seres queridos. Sin embargo, a pesar de
los protocolos algunos contagiaron de COVID-19 a sus familiares dando lugar a
sentimientos de culpa y de un duelo no realizado en tanto no fue posible asumir
los rituales de velatorio y despedida, lo que exacerbó su sistema emocional con
mayor carga de cortisol.
Las estrategias de afrontamiento
integral en la que participaron tuvieron efectos alentadores, ya que después
varias sesiones revirtieron la mayoría de los síntomas que presentaban al
inicio, persistiendo solo las cefaleas y las contracturas musculares. Esto
indica que el afrontamiento debe realizarse utilizando diferentes técnicas complementarias
y ajustadas a las características de cada paciente. Es evidente que la terapia
cognitivo-conductual, con el uso del mindfulness, la relación con la técnica de
la respiración y el apoyo espiritual tienen efectos positivos para enfrentar el
estrés. Es importante que se realicen otros estudios con muestras más
representativas, ya que los resultados hallados no se pueden generalizar.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto
de intereses para la publicación del presente artículo científico.
FINANCIAMIENTO. Los autores declaran que no recibieron
financiamiento para la presente investigación.
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